• Género

    14 de mayo de 2020

    Clarisa Gambera: “El sindicalismo es con nosotras y la gestión de esta crisis, también”

    Entrevista a la titular del Departamento de Género de ATE Nacional. La nota fue publicada en la edición de mayo de El Trabajador del Estado.

    Entrevista a Clarisa Gambera, titular del Departamento de Género de ATE Nacional. La nota fue publicada en la edición de mayo de El Trabajador del Estado que, por primera vez desde 1925, salió de forma virtual.

    Las trabajadoras estatales son las más expuestas frente a un virus que pone al descubierto que son las mujeres las más precarizadas, las que ponen el cuerpo y las que deben realizar las tareas del hogar y cuidados, sin los insumos, sin recursos y en muchos casos encerradas en situaciones de violencia de género. ¿Cómo seguimos? ¿Qué medidas se deben tomar?

    Entrevista a Clarisa Gambera, Directora del Departamento de Género de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) Nacional.

    ¿Por qué es necesaria la incorporación de la perspectiva de género a la gestión de la emergencia nacional?

    CG: En principio es importante señalar que el sector de salud se encuentra conformado en un 70% por mujeres. En muchos casos, esas trabajadoras no sólo cumplen con su trabajo sino que también deben regresar a sus hogares a realizar tareas de cuidado que no son contempladas. No se puede sectorizar lo que estamos demandando las mujeres, porque lo que está pasando es parte de la emergencia del conjunto. La emergencia es sanitaria, es económica y es de violencia de género hacia las mujeres.

     Esas mismas personas que sienten miedo porque no está clara la capacitación o el protocolo, son mamás, muchas son jefas de familia o están a cargo del cuidado de personas mayores. Esas mismas compañeras vienen siendo precarizadas desde antes de que las atraviese esta situación, se "re-precariza" la condición en la que están.

    ¿Por qué cuando hablamos de cuidados también hay que mirarlo con perspectiva de género?

    C.G: A lo que estamos asistiendo es a una crisis muy profunda pero que no puede ser pensada sin la perspectiva de género. La crisis de salud tiene que ver con la crisis del recurso humano, que es el más frágil del sistema de Salud. No se está pensando que hay compañeras que se autoaislaron porque tienen mucho miedo de contagiar a sus grupos familiares, y que a eso se le suma el miedo a perder la vida.

    Cuando hablamos de cuidados, también hay que mirarlo con perspectiva de género, porque el sistema de protección de adultos mayores o niñez, son sectores feminizados, precarios, que vienen padeciendo el vaciamiento en el nivel, nacional, provincial y municipal.

    La crisis de las cadenas de cuidado, como se venía conceptualizando, tenía que ver con el rol que ocupan las abuelas cuando las madres están solas. Ahora las abuelas no están porque hay que cuidarlas a ellas también. Entonces vale preguntarse: ¿Quién cuida a lxs hijxs de las trabajadoras de la salud que tienen responsabilidad exclusiva? ¿Cómo hacemos para garantizar la salud, habiéndose declarado esencial esa tarea, si no hay licencia de cuidado?

    ¿Qué ocurre con las trabajadoras que se encuentran haciendo trabajo remoto?

    C.G: Ese es otro gran problema y del que no se está hablando. Hay trabajadoras que están en sus casas, haciendo trabajo remoto y cuidando. Ahí, otra vez hay una tensión entre la licencia del cuidado y estar haciendo trabajo remoto. Todo el día frente a la computadora y con lxs niñxs, con una computadora que no es óptima, en una casa que no es "a la europea", que tiene con suerte tres ambientes. En toda la situación del hogar, entra la licencia del cuidado y del trabajo, el teletrabajo no está representado.

    ¿Cuál es la situación en las provincias?

    C.G: La situación de precarización de las trabajadoras estatales se repite en todo el país. El 21 de abril pudimos tener una reunión virtual de la Mesa Federal de Mujeres y las compañeras de las distintas provincias relataron situaciones similares. Las situaciones no difieren aunque por supuesto hay particularidades.

    En la reunión surgió la necesidad de que en el Comité de Crisis Nacional se integren todas las áreas de trabajo involucradas y que tenga perspectiva de género. Esto es una demanda colectiva porque es necesario que las respuestas sean eficaces a lo largo de todo el país.

    En Catamarca en particular, en relación a la violencia de género, desde el Departamento de Género de ATE repudiamos el accionar del intendente de la localidad de Recreo, Luis Polti. Amenazó con despedir a la enfermera Paula Nieto por solicitarle barbijos adecuados para las y los trabajadores de Salud que realizan controles sanitarios en el acceso al municipio.

    Ese hecho lo denunciamos porque se trata de violencia de género y laboral contra trabajadorxs esenciales, que en el contexto de emergencia por la pandemia de COVID19, son lxs más expuestos a riesgos sanitarios.

    ¿Qué respuesta debe dar el Gobierno ante la violencia de género?

    C.G: Desde que inició el aislamiento, la violencia de género se recrudeció: pasamos a tener un femicidio cada 29 horas. La violencia de género tiene que ver con el aislamiento porque te confina a vivir con violentos 24 horas y, a su vez, se combina con la caída o la falta de ingresos en el caso de las trabajadoras precarias. Al principio, no quedaba claro que se podía circular en casos de la violencia de género, ahora hay una resolución, pero el problema es que si no tenés recursos no te podes ir, ni llevarte a tus pibes.

    Por eso, decimos que la prevención y erradicación de la violencia de género debe ser una política de Estado con presupuesto. No hay respuesta de política pública posible sin presupuesto.

    Con el objetivo de aportar una herramienta para analizar con enfoque de género esta crisis es que surgió el documento "Emergencia(s) en tiempos de Covid19", que elaboramos con la Secretaría de Género de la CTA-A y el aporte de compañeras de todas las provincias.

    Así como decimos que el sindicalismo es con nosotras, creemos que la gestión de esta crisis también. El esfuerzo de poner a circular nuestras voces en un municipio, en una provincia, y también el de hacer un documento, tiene que ver con eso; nuestra palabra tiene que estar en esa mesa donde se está pensando de manera integral la política, pero no sectorizada, tiene que ser una más.


    Sofía Acosta


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