• Chubut

    17 de febrero de 2021

    Marcela Colín es la primera mujer trans que en Trelew ocupa un cargo sindical

    “Es el comienzo de algo nuevo para todos y para la sociedad”, expresó la flamante delegada de Medioambiente.

    Marcela Colín es la primera mujer trans que logró en Trelew un cargo dentro del sindicalismo. Es actualmente delegada de la Asociación de Trabajadores del Estado. No es importante qué lugar ocupa en sí, sino que desde allí representa a muchas personas “que muchas veces la sociedad se encargó de descartar”. Así lo define. La lupa y la lucha están fijadas en lograr la implementación en el Ejecutivo del “cupo laboral” y hacia allí van. Habla de hechos discriminatorios que viven personas trans a diario y pide inclusión. “En el gremio no vieron mi apariencia: vieron mi persona, que tengo corazón y capacidad”, resumió.

    Marcela habló con Jornada. Hizo un alto en la reunión en la que participaba (Mesa de Cupo Trans) donde intervienen varias organizaciones y relató su experiencia de vida. El entusiasmo y la satisfacción por haber dado un paso más en su vida y poder desde allí tener voz y redoblar la lucha están a flor de piel. Se le nota en la mirada y en la sonrisa. Tiene muchos proyectos en mente y agradece todo el tiempo la posibilidad de “ser parte” de quienes reclaman por los derechos laborales. Uno de los derechos que tanto se le han vulnerado a un colectivo que habla de malos tratos, discriminación, estigmatización, abandono y tantas otras cosas más.

    ¿Cómo llegaste al sindicato?, fue la pregunta. “Llego a través de la militancia. Me ayudaron muchísimo en temas de discriminación y sortear situaciones con jefes que me han tocado, pudieron darme una estabilidad laboral. Empecé precarizada como trans. Nadie me tenía en cuenta. No veían mi persona, veían mi apariencia y no lo que un humano necesita como persona de no sentirse estigmatizada laboralmente. Nunca en la vida tuve aportes, nunca estabilidad laboral. El sindicato me lo dio. Ahora estoy representando en la parte sindical como delegada de mi sector (Medioambiente)”.

    La inserción de Marcela en la conducción del gremio es calificada por ella misma como “el comienzo de algo nuevo para todos y para la sociedad. Es la sociedad la que muchas veces se encargó de descartar nuestras personas. Hacernos sentir muy mal sin motivo alguno. Sin medir el daño, sin merecerlo. Hoy me siento una persona valorada y luchadora. Luché para poder llegar donde estoy. Voy a lograr cosas buenas. El sindicato me defendió”, describió.

    Asegura que dentro de su flamante espacio laboral es bien recibida. Dice además que es “muy aceptada”. De hecho, asegura, “participé en muchas asambleas, hice varios planteos de lo que me incomoda. Hoy puedo gritar al viento y decir: sí puedo, porque nadie me calla. Detrás mío tengo un respaldo. Hoy soy valorada”, expresó.

    “Un gran logro”

    Su cargo es un gran logro para tantas personas que sufren a diario la discriminación y la precarización. Desde allí no sólo Marcela puede plantear las necesidades puntuales y los derechos sino que defenderlos desde lo gremial. El paso es gigante. “Estoy en un lugar público. Donde se lucha para incorporar las chicas que vienen, y van a venir más. Porque esto no termina acá. Esto comienza. Hoy es un nuevo inicio para las chicas trans en la parte del sindicato”, dijo esbozando una sonrisa.

    La intención de Marcela y su entorno es que el resto de los sindicatos copien esta iniciativa. “Que tomen el ejemplo y sepan que no todo es ver la apariencia de la persona. Sino de integrarla y conocerla como hicieron conmigo acá. No vieron mi apariencia, vieron mi persona, tengo corazón y capacidad”.

    “Los mismos derechos”

    Aunque sean obvias, hay muchas cosas que el colectivo trans debe explicar y repetir tantas veces sean necesarias: “Tenemos los mismos derechos que otro ser humano. No venimos de otro planeta. Somos personas que tratamos de sobrevivir más allá de las circunstancias. Pasamos y siguen nuestras compañeras pasando por situaciones muy dolorosas”, manifestó.

    Una defensa

    Y ejemplificó: “Muchas veces nos toca tener un jefe que no nos quiere porque somos trans. Ahora tenemos el sindicato, gracias a Dios que tenemos una defensa y ante este tipo de situaciones que se presenten, se pide explicación por la discriminación de una persona”, remarcó.

    Para finalizar, Marcela, luciendo con orgullo la remera verde que representa a su gremio cuasi uniforme de todas las personas que lo integran y destacando la importancia de pertenecer en forma “oficial” reiteró una vez más que “voy a luchar desde adentro del sindicato. Es un lugar por los derechos”. Reiteró varias veces que los temas en agenda son nutridos pero que por ahora “vamos a trabajar para que se reglamente la ordenanza del cupo trans”.

    “Sé que mis compañeras se sienten respaldadas. Desde este lugar podemos llegar a lograr algo. Todo es posible. Si lo peleamos, vamos a lograr poder implementar la legislación”, concluyó Marcela su charla, una historia de valentía y lucha.


    Por Lorena Leeming | Diario Jornada


    Relacionados