• Santa Cruz

    31 de octubre de 2019

    La Base Marambio alcanza su cincuentenario en estado de abandono

    Se trata de la principal estación científica que la Argentina ocupa en la región antártica.

    La principal estación científica que la Argentina ocupa en la región antártica atraviesa una situación preocupante por el abandono por parte del Gobierno Nacional, poniendo en juego nuestra soberanía sobre esta base y la región.

    Ubicada cerca del extremo norte de la península antártica y con una temperatura promedio anual de 8 °C- y en invierno de -30°C, la Base Marambio es una importante base logística y estratégica que el actual gobierno desfinancia a través de políticas de ajuste que contribuyen a perjudicar su funcionamiento.

    El gobierno nacional no ha entendido sobre la posición estratégica de la Patagonia Argentina. Los británicos crecen cada día más en su presencia militar como así también en la explotación de los recursos naturales.

    El desentendimiento de Nación hacia el Atlántico Sur no solo se remite al desfinanciamiento de la Base Marambio, basta recordar las numerosas áreas adjudicadas a empresas británicas que exploran y explotan los recursos cercanos a las Islas Malvinas, gracias a las gestiones e intereses del gobierno, poniendo en juego nuestra soberanía.

    Hace 22 años Mauricio Macri señalaba: “Nunca entendí los temas de soberanía en un país tan grande como el nuestro”, y desde aquel entonces dejó expresa su opinión sobre la soberanía argentina. Consideradas por el actual presidente como un “déficit adicional al país” en aquel entonces, el territorio de las Islas Malvinas sufre hoy el abandono soberano por los pactos entreguistas, como es el caso del pacto Foradori-Duncan, que no hacen más que entregar los recursos del país a las potencias colonizadoras. Y en consonancia con esto, las bases antárticas.

    Historia de Marambio

    La Base Marambio fue fundada el 29 de Octubre de 1969 y debe su nombre al piloto de la Fuerza Aérea Argentina, Gustavo Argentino Marambio, que fuera uno de los pioneros en volar en el Sector Antártico Argentino.

    El 29 de Octubre aterrizó un avión Fokker F-27 (matrícula TC-77), llevando a bordo al Ministro de Defensa, al Jefe de Estado Mayor General de las FFAA y a otra autoridades, que luego inauguraron la pista.

    Antes de esta fecha, durante el invierno de 1969 y procedentes de la Base Aérea Matienzo, un puñado de hombres arribó a la zona de la isla Vicecomodoro Marambio y emprendieron la construcción de la pista de aterrizaje con sus picos y palas.

    Estos pioneros conformaban la «Patrulla Soberanía», siendo fundadores de la Base Aérea VIcecomodoro Marambio, comandados por el Jefe del Grupo Aéreo de Tareas Antárticas (GATA), el vicecomodoro Mario Luis Olezza.

    Ellos dieron el puntapié inicial y las dotaciones siguientes continuaron con el mismo esfuerzo y dedicación el mejoramiento y construcción de la base que hoy existe.

    Esta epopeya de trascendencia Nacional, Histórica y Geopolítica protagonizada por Argentinos, que viviendo en pequeñas carpas, en una zona extremadamente inhóspita, contando solo con picos, palas y trabajando con esfuerzo, garra y coraje, abrieron un surco de tierra en el Desierto Blanco para permitir operar aviones de gran porte con tren de aterrizaje convencional, es decir con ruedas.

    El Museo Patrulla Soberanía funciona dentro de la base, pudiendo interiorizarse de los inicios, hechos significativos y eventos relacionados con la base.

    Así fue como nuestros compatriotas, integrantes de la Patrulla «Soberanía», rompieron el aislamiento con el Continente Antártico.  A partir de entonces se abrieron rutas en sentido transpolar, la Antártida es un pedazo más de nuestra Patria, allí viven familias, nacen Argentinos y se continúa esa obra, con el mismo esfuerzo y sacrificio, que pusieron siempre, nuestros antárticos.

    La fundación de la misma, que coincide con la inauguración de la primera pista de aterrizaje de tierra en el Continente Antártico, constituye un hecho histórico de gran relevancia, porque permitió romper el aislamiento con esa porción del mundo donde antes solo se podía llegar en verano por vía marítima cuando el estado de los hielos lo permitía. Indudablemente estas características operativas tienen un valor extraordinario y con las mismas se inició una nueva era en el Casquete Polar Antártico, con una dinámica distinta en las tareas que se realizan en el nuevo continente.

    Con esta capacidad funcional, se pudo superar el antiguo aislamiento que existía, con el traslado de personal, apoyo logístico, emergencias, evacuaciones, alternativas de vuelo, apoyo a la búsqueda y salvamento, debido que se pueden desplazar en pocas horas los medios aéreos necesarios ante cualquier eventualidad sin tener que esperar los días que demanda una navegación al lugar y las condiciones de hielo favorables para hacerlo, que solo se da en épocas estivales.

    El hecho de decir que la pista es de tierra, nos asombra, porque todos conocemos a la Antártida como un gigantesco manto blanco de hielos y nieves eternas, pero esta afirmación tiene sus fundamentos.

    La isla Vicecomodoro Marambio, emergió del mar en épocas muy remotas y su meseta que se elevó a 198 metros sobre el nivel del mar, tiene una superficie semiplana, con un suelo formado por barro de tierra arcillosa congelado (permafrost) aflorando piedras y rocas de distintos tamaños, diseminadas en toda su extensión.

    Esas características singulares, permiten que esta meseta sea barrida habitualmente por fuertes vientos Antárticos, que evitan la acumulación de nieve.

    Prensa ATE Santa Cruz


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