• Misiones

    1 de abril de 2020

    Sin trabajo docente no hay Educación

    ATE subraya el desconocimiento docente sobre la Plataforma Educativa Guacurarí, y las falencias de Internet en muchas ciudades.

    El inicio del ciclo lectivo encontró a la docencia misionera movilizada, en estado de asamblea permanente y llevando adelante medidas de lucha como cortes de ruta, marchas y varias jornadas consecutivas de paro. Esa era la situación cuando el 13 de marzo el gobernador Dr. Herrera Ahuad decretó la Emergencia Epidemiológica y Sanitaria y con ella la suspensión de las clases en la provincia, la que se extendió luego por decisión del Presidente de la Nación Dr. Alberto Fernández, quien dispuso las medidas de Aislamiento Social Obligatorio hasta el próximo 12 de abril.

    En ese contexto, en Misiones, el ministro de Educación Miguel Sedoff realizó el lanzamiento de la Plataforma Educativa Guacurarí, un sitio de contenidos oficial al cual se abrió el acceso irrestricto.

    “Nuestro sistema educativo sigue activo con #AulasAbiertas. Sigamos transitando los aprendizajes de manera diferente en la emergencia.” propuso el ministro desde su cuenta de Twitter. 

    Es de resaltar que años antes de ser designado en el cargo, Sedoff fue parte del equipo de desarrolladores de la Plataforma y que la suspensión de clases en el marco del Aislamiento Social Obligatorio fue la gran oportunidad de presentarla como la solución a los días que el alumnado no podrá concurrir a las escuelas.

    “No significa que se perderán esos días porque se darán los contenidos de forma diferente, el contacto entre el estudiante y su escuela va a continuar”, explicó  Sedoff a la prensa, a la par que admitió que la conectividad es una cuestión no resuelta en muchos lugares de la provincia.

     

    Desigualdades: “formas diferentes” o desiguales de educar

    La introducción de las tecnologías de la información y la comunicación en el aula no es algo nuevo. Hace muchos años que tanto alumnos como docentes utilizan esas herramientas para diferentes actividades y fines.  Sin embargo, es la primera vez que las autoridades educativas de la provincia proponen el uso masivo de una plataforma única y además en un contexto de imposibilidad de concurrir a las aulas.

    Su implementación en Misiones se encuentra con varias dificultades, entre las cuales la falta de acceso a internet de muchas familias misioneras aparece como el primer problema, pero no el único.

    La situación concreta que se dio apenas lanzada la Plataforma Guacurari fue su colapso. Rápidamente se anunció que el problema había sido superado, pero se repitió varias veces desde entonces.

    En la mesa salarial realizada entre el Gobierno, ATE, MPL, UTEM, UDNAM, Conti Santoro y Tribuna Docente - gremios no oficialistas- y los docentes autoconvocados ya se planteó de parte de los educadores la imposibilidad de utilizar la plataforma.

    Así lo expresaba en ese momento Mónica Gurina, docente integrante del Consejo directivo provincial de ATE Misiones: “Se denunció la imposibilidad de trabajar con la Plataforma Guacurari, que hoy nos pretenden hacer usar y no la conocemos . El docente no conoce la plataforma, los padres no la saben usar y además no se puede abrir porque colapsa. Hay otro elemento más, que es que no tiene los contenidos que se supone debería tener. Nosotros planteamos que los docentes no usarían esa plataforma”.

    Más allá de las fallas técnicas de la Plataforma, Leandro Sánchez, Secretario General de UTEM apuntó a la concepción con la cual el Ministerio y el Consejo pretenden valerse de ese tipo de herramientas tecnológicas en la educación:

    “Hoy se pone el acento en la tecnología que parecería que nos va a mejorar la educación. Pero no se está poniendo el acento en el ser humano, eso es lo que estamos reclamando, que tiene que mejorarse el ingreso de ese ser humano que tiene que preparar la tarea. Porque vos le podés decir que vea los contenidos, pero el trabajo real es la elaboración de las preguntas que el alumno tiene que contestar. Si los contenidos ya están ahí los va a ver, pero la elaboración de la pregunta es lo que va a hacer pensar al alumno y lo que va a hacer aprender. Entonces tenemos que poner el acento en el que trabaja en el aula y que ahora pretenden que trabaje desde su casa.” criticó Leandro Sánchez, quien sostiene que las políticas educativas con las que se exalta el uso de la tecnología viene en Misiones de la mano de la precarización laboral y el hundimiento salarial de los docentes.

     “La Plataforma Guacurarí fracasó antes de empezar a funcionar. Si quieren que los alumnos hagan la tarea va a haber que mandársela por whatsapp donde haya señal. Una cosa es en las ciudades o los pueblos y otra cosa es en aquella colonia profunda, entre los cerros o en la costa del río…” indica, sobre la manera en que tendría que operativizarse en Misiones la educación por medios virtuales.

     “Una cosa abstracta, una utopía.” define Mónica Gurina, quien enumera una serie de condiciones que deberían darse solamente para poder enviar la tarea al alumnado: “En Misiones, en la colonia, en Panambí, en Alba Posse o en San Antonio, que la Plataforma funcione, que tengas internet, que tengas plata para pagar el servicio de internet y que además tu teléfono funciones y no esté colapsado…”  contabiliza. “Es una de las cosas que no se previó…” concluye.

    La docencia en la educación por medios virtuales

    El Consejo General de Educación emitió el 25 de marzo  la resolución N° 183 en la cual “nos insta a todos los trabajadores de la educación acompañar y promover el acceso al conocimiento a través de los recursos tecnológicos que estén a nuestro alcance teniendo como eje a la Plataforma Guacurari”  propagandiza el Consejo en su página oficial.

    La resolución fue emitida luego de que se admita que el acceso a la Plataforma presenta dificultades en forma recurrente y que los contenidos no siempre están adecuados a cada curso.

    “No estoy en contra del uso de la tecnología. Es más, soy de los que creen que son un recurso valioso que aporta valor a la tarea docente” - opina Atiano Masoneves, docente y secretario adjunto de ATE San Vicente, quien agrega que considera que la Plataforma Guacurari no justifica la inversión que se realizó en ella cuando tecnológicamente no aporta nada nuevo: “Desde Google Classroom o Moodle, por nombrar dos plataformas gratuitas, se podría realizar lo mismo y con costos ínfimos.” aporta.

     “Lo que nos falta es formación docente. Este gobierno quiere un maestro sumiso y encerrado en la escuela.  Necesitamos un maestro inquieto, preocupado por aprender, ocupado en encontrarle la vuelta a la tecnología, usando los recursos que tiene a mano, para eso, el enfoque del gobierno debería cambiar, quitando el foco de la plataforma y poniéndolo en el docente. Dándole herramientas.” propone Masoneves.  En los hechos, ante las dificultades para acceder a la Plataforma oficial, tanto las instituciones educativas como los docentes por propia iniciativa comenzaron a echar mano de los recursos que tuvieran disponibles. Así como algunas instituciones exhortan a sus alumnes a trabajar con la Plataforma, también se envían actividades y consignas a través de listas de difusión por  Whatsapp o Telegram, mientras en otros establecimientos cargan contenidos e instrucciones en sus páginas web o en sus páginas de Facebook.

    Es de resaltar que estos recursos tecnológicos ya venían siendo utilizados por muchos establecimientos o docentes como medios de apoyo al trabajo en el aula. La diferencia con la situación actual es que el Consejo y el Ministerio pretenden que la Plataforma se convierta en el medio para continuar las actividades áulicas “de manera diferente” , es decir, como si el alumno estuviera en el aula y como reemplazo de esa experiencia.

    Otro de los puntos criticados desde diferentes organizaciones gremiales es que los contenidos de la Plataforma Guacurari no siempre guardan relación con el contenido planificado por lxs docentes, ya que fueron cargados por técnicos y no por quienes están al frente de las aulas.

    En la mayoría de los casos, la consigna es llevar lo trabajado cuando toque regresar a clases, con lo cual los alumnes están desarrollando sus tareas sin orientación docente y sin canales suficientes para efectuar consultas o evacuar dudas.  Esa situación para la inmensa mayoría del alumnado resulta en derivar la carga de responsabilidad en sus familias,  que también se encuentran en condiciones desiguales a la hora de acompañar las tareas escolares.

    Es uno de los puntos que critica  el Movimiento Pedagógico de Liberación: “Rechazamos rotundamente las intenciones del gobierno educativo de forzar a la comunidad educativa de Misiones a continuar en estas condiciones el proceso educativo. Y lo planteamos en un sentido que abarca distintos aspectos (...) partimos de la situación y el contexto socioeducativo en el que nos encontramos: una provincia con profundas carencias, en emergencia alimentaria y sanitaria, no solo por la pandemia del COVID-19 sino también del dengue. Un enorme déficit de accesibilidad y de recursos tecnológicos coloca a los y las estudiantes en situaciones muy asimétricas, por lo que lo único que promoverán es ahondar las brechas educativas. Ante este panorama, insistir en esta lógica implica una carga de estrés a las familias ya de por sí abocadas a sobrevivir día a día…” expresa el MPL en su pronunciamiento.

    En este contexto es legítimo cuestionarse si el acceso al contenido por medios virtuales constituye una forma diferente de continuar las actividades educativas o si estamos ante una situación en que solamente se profundizan las desigualdades estructurales con las que lxs alumnos ya llegan al sistema educativo. Lo que debe quedar en claro para toda la comunidad es que nada reemplaza la tarea docente, que la educación no consiste en cargar contenidos en plataformas y que la experiencia on line no reemplaza a la actividad en el aula.

    La educación a través de medios virtuales no puede proponerse como una solución si no se la piensa en su contexto socioeducativo y su relación con la tarea docente. Sin trabajo docente puede haber tráfico de información, pero no hay educación.

     

     

    ATE Misiones


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