23 de abril de 2020
El COVID desde las trabajadoras: “Cuando no hay directivas claras no hay aplauso que valga”
Compartimos el testimonio de una trabajadora de la salud del Hospital de Allen, vertido en el marco de la Mesa Federal de Mujeres de ATE.
En la tarde del lunes, a través de una videoconferencia, se llevó a cabo una nueva reunión de la Mesa Federal de Mujeres de ATE, encabezada por el Departamento de Género y Diversidad del Consejo Directivo Nacional.
Compañeras de todas las provincias pusieron en común cómo se vive en cada territorio la emergencia por la pandemia del COVID19 y plantearon distintas cuestiones que atraviesan a las trabajadoras, relacionadas con los límites de la política pública para dar respuestas eficaces con perspectivas de género.
Compartimos el testimonio de Beti Fernández, trabajadora de salud (obstétrica) del Hospital de Allén, provincia de Río Negro, e integrante de la comisión de Salud de la seccional local.
“Hay una idea de que
somos héroes, pero lo estamos viviendo con desesperación”
En este
momento estamos asistiendo a los compañeros y compañeras que en forma
permanente están desesperadas con esta
situación. No encuentro otra palabra para definirlo mejor. La idea romántica de
que quienes trabajamos en salud somos héroes está lejos de la realidad en estas
semanas. Vivimos una realidad de mucha desesperación principalmente
por la falta de información oficial, ni desde la dirección del hospital ni desde el Ministerio de Salud de Rio Negro.
Por
ejemplo, no contábamos con información sobre lo que significa caso sospechoso y esto generó que se cometan un
montón de errores. Así, En un hospital pequeño como el de Allen, en una ciudad
de 50 mil habitantes, tenemos 17 trabajadorxs de la salud aislados porque se hizo
una infección cruzada.
A esto se
suma también la falta de elementos de protección personal (EPP). Hay como una
guerra con los directivos porque a muchos compañeros y compañeras le dicen “a vos no te corresponde el barbijo”, “a vos
no te corresponde la máscara”, “a vos no te corresponde el traje”. En ese marco, hubo muchas trabajadoras que
se compraron sus propios trajes porque no se los están brindando. Esto fue una
lucha dura y permanente, con notas a la dirección del hospital exigiendo EPP,
capacitaciones y también asistencia psicológica.
Este fue
uno de nuestros aportes al documento Emergencia (s) en tiempos de Covid 19: una
mirada con perspectiva de género, el abordaje psico-social. Si bien el reclamo
por contención psicológica es para todxs, nosotras visualizamos que las
mujeres somos el 70 % de quienes
trabajamos en salud, muchas a cargo de
hogares monoparentales porque las parejas se han desvinculado de esta
responsabilidad, y las autoridades niegan las licencias extraordinarias por ser
trabajadoras esenciales. Esto suma un estrés extra a la crisis que se viven en
los hospitales y a la lucha por los EPP. Las compañeras tienen miedo de llevar
el virus a sus casas y contagiar a sus niñes.
No la
pasamos haciendo notas para que desde el hospital entiendan que las personas
con hijxs con discapacidad y con responsabilidades exclusivas tiene que poder
tomar licencia.
Es evidente
que el Ministerio de Rio Negro no tiene perspectiva de género, ni con las pacientes y tampoco con las
trabajadoras. Planteamos que es necesario establecer con claridad esta licencia.
La licencia
escolar tampoco estaba contemplada para el personal de salud. Una colega tiene
su hijo con un retraso madurativo, está sola con su hijo, ahora aislada por un posible contagio y no puede
salir a hacer compras. De estas situaciones no se está haciendo cargo nadie.
Tampoco está contemplado para quienes tienen responsabilidad parental exclusiva
con adultos mayores. Al equipo de salud
no se lo aborda, no se lo contiene
solamente se la aplaude y con eso no hacemos nada. Lo digo así,
enfáticamente, porque venimos de días difíciles con compañeros directamente en
llanto. Cuando no hay directivas claras no hay aplauso que valga, es la vida y
la de tu familia lo que está en juego.
En los próximos días, iremos compartiendo más testimonios de compañeras que participaron de la Reunión Federal de Mujeres.
Prensa ATE