Hasta siempre compañero Pineda Pacheco

Daniel Pacheco Pineda había nacido en Valdivia, en la hermana República de Chile, el 30 de diciembre de 1928. Fue padre de once hijos, 9 de los cuales nacieron en Argentina.

Uno de ellos, también llamado Daniel,  nació en el vecino país antes de radicarse con sus padres en Argentina, y llegó a ocupar cargos de conducción en la Asociación Trabajadores del Estado.

Pineda padre, de extracción socialista, fue dirigente del gremio de los estibadores y de los trabajadores marítimos en Chile y, luego en Argentina, un pionero impulsor de la Lista Verde ANUSATE desde Colonia 25 de Mayo, pueblo de su provincia adoptiva.  

Llega a la Argentina el 14 de enero de 1957, tras romper lanzas con su gremio por diferencias con su conducción. Asó lo recuerda: “llamé a una asamblea extraordinaria y renuncié a mi cargo. Comuniqué entre sollozos  que me iba de la ciudad tras haber sufrido una traición. Y nos vinimos al Alto Valle del Neuquén, y de allí a 25 de Mayo. Mi mujer embarazada de siete meses, mis dos hijos de 3 y 2 años y yo. Sin nada, a sufrir los primeros tiempos hambre, después, frío. Me había hecho una casa de puras ramas como los primitivos del Chaco. No teníamos ni colchones, así que me traje viruta de un aserradero y con bolsas de harina cocidas hicimos uno enorme. Sobre él nació mi primera hija argentina. Un día nos enteramos que había llegado un ingeniero de Asuntos Agrarios con la idea de establecer un vivero y que iba a tomar gente,  fue así que comencé a trabajar en la curva sobre un campo parejo donde comenzó a hacerse el vivero de álamos, un ensayo de lúpulo y otro de remolacha azucarera”.

 Las condiciones de precariedad laboral determinaron que desde ese momento comenzara nuevamente el camino de la reclamación. Pasados algunos años, en 1962, ingresó en la Estación Experimental de Horticultura, desempeñándose en la siembra de álamos, y frutales. Su corazón militante lo llevará siempre a posicionarse a favor de los reclamos laborales de los trabajadores precarizados, él incluido.

Por el año 1970, enterado de que había una reunión en Chapalguey, convocada por dirigentes estatales de Santa Rosa, fue al lugar incitado por su fervor reivindicativo, y nunca pensando solo en lo personal,  sino con espíritu colectivo.

Al ver poca concurrencia se ofreció en ir a buscar más gente y propuso que se hiciera un encuentro en Colonia 25 de Mayo. Se trasladó a caballo y tuvo predicamento. Finalmente se llenó el salón del restaurante Yapahigue (que en mapuche significa lugar del encuentro), de empleados provinciales y municipales.

Ahí se formó la primera delegación de ATE, que dependía de Santa Rosa. Los primeros afiliados fueron Pacheco Pineda, Chirino Zurita, Valdebenito y Daniel su hijo, En poco tiempo fue reconocida Seccional.

En enero del 75’ concurre a Buenos Aires a la conmemoración del 50 aniversario de ATE, y luego participa del Congreso Nacional. Recuerda Pineda Pacheco que  allí le comentan algunos compañeros sobre cuáles eran los dirigentes del Consejo Directivo en los que podía confiar: “Quagliaro, Sbarbatti, y De Gennaro”.

“En ése Congreso, Ibero Ferreiro que era del secretariado de la ATE y secretario general de la CGT de La Pampa, nos descalifica tratándonos de zurdos, y nos bajan nuevamente de categoría en Colonia 25 de Mayo, de seccional volvemos a ser delegación”.

A partir de aquellos momentos es que Pacheco Pineda refuerza los lazos militantes con aquellos dirigentes que le fueran recomendados,  dando comienzo a los primeros pasos del nacimiento de la corriente nacional estatal opositora que derivará en la creación de ANUSATE.

Con el golpe cívico-militar de marzo de 1976, solo en el Ente Provincial del Río Colorado, que había sido creado por Ley 490, dependiente de Obras Públicas, fueron prescindidos 82 de los más de 250 trabajadores, entre ellos Pacheco Pineda. “De la provincia éramos más de 300. Vinieron años de muchos padecimientos hasta el reencuentro y la recuperación del gremio”.

Lo reincorporan en 1984, una vez  en democracia, mediante la sanción de la ley provincial Nº  717.

Una vez recuperado el gremio a manos de los trabajadores, en noviembre de 1984, Daniel participará del primer Congreso de delegados y 8º plenario ANUSATE en el Teatro Margarita Xirgú, ubicado en el corazón del barrio San Telmo en la ciudad de Buenos Aires, y del que participan representantes de 44 seccionales.

Recuperada la categoría seccional se convoca a elecciones siendo electo secretario gremial de la misma, ocupando así su primer cargo institucional en una larga trayectoria en las filas de la ATE pampeana.

Falleció con 92 años el pasado sábado 28 de noviembre pero su recuerdo seguirá vigente en la historia de ATE.

*Los testimonios de Daniel Pacheco Pineda corresponden al libro “Historia fundacional de la ATE La Pampa” de próxima aparición.

Daniel Parcero