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    5 de junio de 2014

    Informe Político de Julio Fuentes en el 59º Congreso Ordinario y el 51º Congreso Extraordinario de ATE

    Como introducción al 59º Congreso Ordinario y del 51º Congreso Extraordinario de ATE, el Secretario General del Consejo Directivo Nacional del sindicato, Julio Fuentes, realizó el tradicional informe político.

    A continuación, las palabras del compañero Julio Fuentes:

     

    “Apenas comenzó el año, finalizado el 2013, apareció hacia el seno de la sociedad, del pueblo, la disputa feroz con los grupos económicos, con los grupos de poder en la República Argentina. El campo de batalla desde el cual han resuelto venir a saquear nuevamente a nuestro pueblo ha sido el de la inflación, el del aumento de precios, el del desmesurado aumento de la canasta familiar. Golpeando fundamentalmente a la clase trabajadora, a los jubilados, al compañero que peor la está pasando porque no es que aumentaron los autos importados o los productos suntuosos, sino que lo que aumentaba era el pan, la carne, la leche, los fideos. Aumentaba lo que era el consumo cotidiano de nuestro pueblo”.

     

    “Sin duda es ahí donde uno puede ver con claridad la disputa permanente entre un interés y otro. Entre el interés del pueblo y la clase trabajadora, y el interés de los grupos económicos, de los poderosos. Es el saqueo permanente. Se puede ampliar la visión para observar cómo también saquean la tierra, nuestros recursos naturales, los bienes comunes. Pero en la canasta familiar es donde encontramos nosotros, y donde podemos palpar en el cotidiano, la lucha de esos dos modelos vigentes en nuestro país: El de los ricos y de los poderosos; y el del resto del pueblo argentino, que labura, que pelea, y al que apenas le alcanza para poder llevar la comida todos los días a su casa”.

     

    “A esta situación la vivimos los primeros días del año con distintas variables económicas que pueden ser explicadas por los compañeros que más conocen del tema: Devaluación, inflación. Pero todo tiene un denominador común, que es el saqueo de los salarios de los trabajadores, del pueblo”.

     

    “Y esta disputa no ha terminado. Lejos de terminar esta es una disputa que vuelve y se amplifica. Porque van por el costo de la canasta familiar, arrancan por ahí, y al poco tiempo nos empiezan a cuestionar el puesto de trabajo, nos empiezan a cuestionar el destino del organismo en el que estamos trabajando, nos empezamos a quedar sin laburo, comienzan las suspensiones en las fábricas. Es decir: Otra vez el poder económico avanza sobre el pueblo argentino. Y gran parte del pueblo argentino está, frente a esa situación, en un estado de desprotección. Los gobiernos, que son los que tendrían que ponerle límites a ese poder económico, no tienen la voluntad para hacerlo, y si la tuvieran, se encontrarían con que no tienen instrumentos para hacerlo”.

     

    “La década del ’90 saqueó, devastó y desarmó el único instrumento que tiene el pueblo para enfrentar la voracidad de los grupos económicos locales o transnacionales, que es el Estado. Es con esa herramienta con la que se los puede controlar, para poner límites a esa voracidad sin fin, que viene por el kilo de pan pero que también viene por el hospital, por el puesto de trabajo, por las fábricas, por la bandera, por absolutamente todo: Por el agua, la tierra y el aire. ¿Con qué los vamos a parar? Nuestra experiencia nos indica que el instrumento idóneo para frenar a esos grupos económicos es el Estado. Claro que además hay que tener la voluntad política de hacerlo”.

     

    “Durante todos estos años el neoliberalismo ha perdido en términos discursivos, ya nadie se anima seriamente a decir que la privatización es la solución, que hay que seguir desmantelando los servicios públicos. En lo discursivo los hemos derrotado: Allá en el 2001 y 2002, con toda la pelea que nos encontró a nosotros como uno de los protagonistas importantes, a ATE y a nuestra Central. Pero no vimos que esa derrota en términos del discurso político se haya plasmado después en avanzar, en recomponer, en reconstituir la herramienta del Estado. Lamentablemente no sólo no pudimos avanzar, sino que, en algunos casos, se ha deteriorado”.

     

    “Perdimos en el Estado Nacional, durante la década del ’90, ochocientos mil puestos de trabajo vía privatización, entre otros mecanismos que ustedes recordarán: Retiros voluntarios y otras cuestiones que se inventaron para desmantelar al Estado. Esos ochocientos mil puestos de trabajo eran cubiertos por la mano de obra más calificada de la República Argentina, y los perdimos. Del 2003 para acá, en el Estado Nacional hemos recuperado apenas alrededor de 70 mil puestos de trabajo. Necesitamos que se nombren miles y miles de trabajadores calificados para poder reconstruir la herramienta del Estado. Cada compañero de cada organismo sabe perfectamente lo que acá estamos diciendo”.

     

    “Otra área en la que no avanzamos en eso de recomponer la estructura del Estado para enfrentar la voracidad de los grupos económicos, es la de la herramienta estatal fundamental que es la distribución de los recursos económicos del Estado. Se sigue manteniendo la misma matriz de distribución: Finalizando el año 2000 nosotros hablábamos del 80/20, porque decíamos que el 80 por ciento de los recursos económicos iban para el Estado Nacional. Eso tampoco se modificó. Hoy, compañeros, de cada peso que se recauda, 75 centavos se quedan en el Estado Nacional, mientras que 21 centavos van para las provincias y 4 retornan a los municipios. Así se distribuye la plata en nuestro país. Si así se distribuye la plata, así se está modelando el Estado: De la misma manera, lamentablemente, en la que nos dejó instalados el neoliberalismo de la década de los ’90”.

     

    “¿Cómo va a haber desarrollo de los servicios de salud? ¿Cómo va a haber desarrollo de los servicios educativos? ¿Cómo va a haber desarrollo de los servicios de ciencia y técnica en las provincias si de cada peso sólo quedan 21 centavos? Y hay que hacer frente a dos millones de salarios por mes. ¿Cuál es el resultado? Desmantelamiento, vaciamiento. Que nos lo digan los compañeros de las escuelas, de los hospitales: Vaciamiento. Los hospitales y las escuelas sólo funcionan por voluntad de los trabajadores. Ni hablar de los organismos de ciencias, de tecnología, de apoyo a las economías regionales. Cada uno de nosotros sabemos que todo eso ha sido desmantelado en los ’90, y que no se ha recompuesto. Salvo en pequeñas experiencias, no se ha recompuesto. No se ha desarrollado el Estado, ese instrumento, esa herramienta que necesitamos para poder enfrentar a los grupos económicos”.

     

    “Así que este año nosotros tenemos que prepararnos para salir a dar este debate. Para salir a construir entre nosotros un debate que debemos asumir como trabajadores del Estado y que debemos transmitir al conjunto de la población. ¿Cuál es el Estado que necesitamos para garantizar la solución a los problemas que tiene nuestro pueblo? ¿Qué modelo de Estado necesitamos? ¿Qué modelo de salud necesitamos? ¿Qué modelo de educación necesitamos? Cada uno de nuestros organismos debe ser puesto en debate, en discusión. Cada uno de nuestros organismos tiene un rol que jugar. ¿Cuál es el rol del SENASA, del INTI, del INTA, de sus similares en cada provincia y en cada Estado municipal? Hay que salir a instalar un debate sobre el rol del Estado. Porque no alcanza con decir que queremos parar, que queremos frenar la voracidad de los grupos económicos, si sabemos que a la hora de concretar no tenemos cómo hacerlo, que no hay instrumentos o formas para lograrlo, para controlar”.

     

    “Nosotros sabemos que estamos trabajando en un Estado que anda a la rastra, que anda como puede. No podemos creer verdaderamente que un Estado en estas condiciones estará verdaderamente al servicio de los intereses populares”.

     

    “En el Congreso de los Trabajadores Municipales del año pasado no sólo nos juntamos para discutir que teníamos problemas salariales, sino también para pensar cuál sería el ideal, cuál es el municipio que nosotros nos imaginamos. Ese primer Estado, ese que llega al pueblo. ¿Cómo se va a desarrollar? ¿Cómo va a ser? Ahí aparecen los problemas: La coparticipación, la falta de recursos, la falta de políticas, la falta de capacitación. Tenemos que empezar a imaginarnos el Estado al servicio de los intereses de nuestro pueblo”.

     

    “Y es este año. Nosotros aspiramos a que sea este Congreso el que profundice los debates sobre el modelo de Estado. Compañeros, sabemos que va a haber cambios de gobierno el año que viene. Somos conscientes de que eso va a ocurrir. Y nosotros tenemos que estar preparados. Al que avanzó un paso, al que avanzó dos pasos, hay que defenderlo a mansalva. Y hay que salir a debatir sobre lo que viene, sobre lo que hay que hacer, sobre lo que se necesita hacer. Porque sino, compañeros, nos pueden volver a hacer retroceder mucho más allá de lo que nos hicieron retroceder en la década de los ’90”.

     

    “Debemos concientizar a todas nuestras bases de que es necesario salir a construir propuestas. Hay un centro, un tema que necesitamos reinstalar en la consciencia de todos nuestros militantes, porque hay un instrumento que no es el todo, pero que sí es idóneo para instalar el debate sobre qué modelo de Estado hay que construir para lograr llegar a ese país justo que todos anhelamos, en donde se pueda estudiar, trabajar, vivir con dignidad y, en definitiva, ser feliz, que es el ansia de la clase trabajadora y de nuestro pueblo. Ese instrumento idóneo se llama Presupuesto Nacional. Sobre ese instrumento debemos garantizar el debate. El Presupuesto Nacional no es el presupuesto solamente del Estado Nacional, sino que es el presupuesto de todos los estados. Allí se designan las partidas que van a las provincias y, por ende, las partidas que van luego a los municipios”.

     

    “Es en el Presupuesto Nacional donde se decide si le van a sacar a los ricos para darles a los pobres, o si se les va a sacar a los pobres para seguir garantizando las tasas de ganancias de los ricos. Es ahí donde se da la orientación, y es ahí en donde nosotros tenemos que construir propuestas. Tenemos que garantizar que toda nuestra militancia participe de esto, que debata. Ganar consenso, construir consenso. Que no nos instalen discusiones políticas entre nosotros que solo tengan que ver con identidades partidarias o que solo tengan que ver con si me gusta tal o cual candidato. Todo eso es parte de la vida democrática de nuestro país, pero nosotros, en el seno de nuestro sindicato, tenemos que instalar que el debate sea de propuestas políticas. Que podamos debatir con propuestas políticas. Poder decir ‘esto es lo que nosotros queremos, esto es lo que la Asociación Trabajadores del Estado tiene como visión estratégica’. Claro que nos vamos a tener que desafiar entre nosotros, poner nuestro esfuerzo para comprender el debate político y hacerle comprender a los compañeros de las bases, de las seccionales, de los lugares de trabajo, cuáles son los temas que tenemos que discutir”.

     

    “Discutir el Presupuesto Nacional puede parecer algo muy lejano si uno está en un municipio allá en la Cordillera de los Andes, o en el norte argentino. Puede parecer una discusión muy lejana, o que no tiene mucho que ver con el cotidiano nuestro. Pero nosotros tenemos que ir a buscar a ese compañero para que sepa que cuando se está sancionando el presupuesto, se está jugando el destino de él. Que cuando se sanciona el Presupuesto Nacional le fijan el salario que va a cobrar el próximo año. Eso es así, y nosotros tenemos que aprender que cuando se sanciona el presupuesto se sabe si vamos a pasar o no a planta permanente, se sabe cuál va a ser el destino del organismo en donde nosotros estamos trabajando, se sabe si va a aparecer el camión que estamos necesitando para prestar el servicio, o si va a haber medicamentos en el hospital. Cuando se discute el presupuesto, se discute todo eso”.

     

    “Entonces nosotros tenemos que hacer un gran esfuerzo. Porque, como nos han enseñado Claudio Lozano y Horacio Fernández, entre otros compañeros: El poder explica las cosas de una forma compleja, y te dice que son cosas súper-estructurales y que no son para nosotros, los obreros, los trabajadores, sino que son para los intelectuales. Nosotros sabemos hace muchos años, gracias a que formamos el IDEP, que el Presupuesto de la Nación se puede comprender como cada uno de nosotros comprende el presupuesto de nuestros hogares. Con esa simpleza es que nosotros tenemos que ir a la discusión, al debate”.

     

    “Este año vamos a tratar de que este, nuestro Congreso, instale esos debates que nos animen a decir: ‘Esta es nuestra propuesta. No es la única, no es absoluta, no es total, ni es determinante, pero es nuestra. Es lo que nosotros creemos que hay que hacer’. Y a partir de allí podremos salir a compartir nuestra propuesta con el resto de las organizaciones sindicales y sociales diciendo: ‘Nosotros, los estatales, los que estamos ahí adentro, creemos que hay que hacer esto. Creemos que así se debe debatir, que así se deben dar las prioridades en el país para solucionar los problemas’”.

    Prensa ATE


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