16 de septiembre de 2014
Precarización, aprietes y violencia laboral en el Parque Temático Santa Ana
El personal está contratado precariamente, padece explotación horaria, magras condiciones laborales. A los compañeros se les adeuda varios adicionales. Atacaron físicamente a un delegado de ATE. “Estamos viviendo un clima de tiranía y abusos patronales”, denuncian.
Por primera vez, un grupo
de trabajadores del Parque Temático de Santa Ana se atrevió a denunciar la
grave situación que se vive puertas adentro del atractivo turístico provincial,
en cuanto a condiciones laborales concierne. En este lugar, de un total de 65
trabajadores – distribuidos en varios sectores- ninguno cuenta con estabilidad
laboral. Se desempeñan bajo los llamados ‘contratos basura’, un vínculo
precario - con el Iplyc- que vence cada seis meses y que priva al trabajador de
sus derechos esenciales.
Pero además de la
precarización laboral, los trabajadores son obligados a cumplir cargas horarias
excesivas y, lo que es peor aún, deben padecer el hostigamiento y el maltrato
de su patronal, actualmente encarnada en la figura de Ricardo Bondarenco, un
técnico de la subsecretaría de Planificación Estratégica. “El trato que recibe
el personal es irrespetuoso, se manejan como patrones de estancia, no hay
respeto por el trabajador”, denuncian los trabajadores. En este contexto, entre
otros detalles informaron a Prensa ATE Misiones que en una reunión reciente en
que la patronal convocó a los trabajadores – en el teatrino del parque- se les
obligó a los mismos a despojarse de sus teléfonos celulares, y de modo
degradante se los acusó de robar, todo sin ninguna prueba. “La persecución y el
maltrato son frecuentes, no en vano en los últimos tiempos unos 40 empleados se
fueron, dejaron de venir”, sostuvieron.
En materia de carga
horaria, señalaron: “Nos hacían trabajar doce horas, hasta que recientemente
convocamos a asamblea y planteamos que queríamos volver a las 9 horas, y ese
fue un logro de los trabajadores, dado que hace cuatro meses acudimos a ATE
para poder tener un respaldo ante los atropellos que estábamos sufriendo; pero
desde entonces el encargado empezó a intentar dividirnos y apretarnos”.
En este contexto, se
produjo hace dos semanas, un episodio por demás grave, que tuvo como víctima al
delegado de ATE, Diego Panza. “Luego de los reclamos por el horario y sabiendo
que nos afiliamos a ATE, vino el hijo de Bondarenco a amenazarme, comenzaron a
hostigarme, hasta que ese día el encargado mandó a una persona que trabaja aquí
dentro a agredirme físicamente, y fue la intervención de mis compañeros la que
pudo detener esa agresión. Ese día Bondarenco dio la orden de que ningún
vehículo me saque del parque. Pude salir gracias a un compañero que me llevó en
su moto, y ese compañero luego fue amenazado. Así estamos trabajando, en este
clima de violencia y constantes amenazas. No quieren que nos organicemos y
hagamos valer nuestros derechos”, explicó el delegado.
En la mañana de este
martes 15 de septiembre, un grupo de delegados e integrantes del Consejo
Directivo Provincial se hizo presente en el Parque Temático para acompañar a
los trabajadores. Se realizó una asamblea y se acordó encarar una serie de
medidas para revertir esta lamentable situación laboral que nuevamente se
detecta en un bastión dependiente del Gobierno Provincial.
“Estamos reclamando en
primer lugar el cese de la precarización, somos trabajadores del Estado y
exigimos pase a planta permanente. Y por otro lado, advertimos que no vamos a
tolerar el maltrato y la falta de respeto con la que se acostumbraron a
tratarnos”, manifestaron.
De monumento a la corrupción a antro de explotación
El Parque Temático de la
Cruz es un atractivo turístico situado en el cerro Santa Ana (de la localidad
homónima), cuya construcción fue causal de fuertes críticas y denuncias de
sobreprecio. Conocida como ‘la cruz de Rovira’, se trata de un proyecto
faraónico ideado por el entonces – en 2007- gobernador de la provincia y hoy
presidente de la Legislatura Provincial, Carlos Rovira. La obra se había
presupuestado inicialmente en una cifra cercana a los 27 millones de pesos y
terminó costando 80 millones de pesos.
Está ubicada en una
localidad- Santa Ana- donde predominan los barrios sin servicios esenciales, y
donde la pobreza y la desocupación son moneda corriente. “Esta obra traerá
progreso y miles de puestos de trabajo”, prometían entonces los promotores de
la cruz. La obra se inauguró en 2011, trajo grandes beneficios a empresas
contratistas amigas del gobierno, y hoy da trabajo sólo a 65 personas, que se
desempeñan bajo contratos basura, sin estabilidad laboral de ningún tipo y para
colmo, perseguidos por sus patrones para que no denuncien la situación que
atraviesan.
Prensa ATE Misiones