6 de febrero de 2015
Historia de un jornalero despedido
El intendente de La Adela echó a un trabajador delegado de ATE el 31 de diciembre. Sus compañeros realizaron paro y permanencias pacíficas en sedes comunales. A pesar de la conciliación obligatoria, no fue reincorporado y el funcionario no asistió a las audiencias. Por ello el sindicato recurrió al INADI e impulsa un juicio laboral contra la comuna
Gabriel Techera es un
jornalero con once años de trabajo en el municipio de La Adela y delegado
general de ATE. El 31 de diciembre pasado fue echado por el intendente Juan
Barrionuevo, aunque el apoderado comunal, Emiliano Torta, aduce que en realidad
se trata de la “no renovación de contrato”. Los funcionarios dieron a entender
en medios periodísticos que el compañero faltaba y era vago.
El drama de Techera, y por
transición el de su familia, es la fatalidad a la que el Estado somete a los
trabajadores mediante la precarización en su forma de empleo. Para el
intendente Barrionuevo, como para la mayoría de los patrones, la “no renovación”
del contrato es un modo políticamente correcto de despido. Pero para las leyes
argentinas, es anticonstitucional. La Adela cuenta con 35 empleados de planta
permanente y 15 contratados. Es decir, el 42%.
Norma Ojeda, Secretaria
General de la seccional ATE General Acha, denuncia que la municipalidad no argumentó
formalmente su despido, aclara que Techera no tiene inasistencias
injustificadas y que su última licencia está atravesada por una enfermedad
sobre la que deberá someterse quirúrgicamente.
“En verdad”, sostiene la
dirigente, “los motivos del despido son parte de la persecución sindical e ideológica
del gobierno de Barrionuevo a los trabajadores delegados y protagonistas de los
reclamos por malas liquidaciones de sueldo. Al respecto ya hemos presentado una
denuncia ante el INADI de Santa Rosa e impulsaremos un juicio laboral contra el
municipio”.
Desde los primeros días de
enero hasta el 26, cuando comenzó la conciliación obligatoria, ATE realizó paro
y protestas en el galpón municipal y los pasillos de la sede comunal.
El patrón
El intendente Barrionuevo
no sólo precariza trabajadores violando el artículo 14 bis de la Carta Magna,
sino que tampoco se apega a las leyes que regulan el trabajo. Porque apenas la
Dirección General de Relaciones Laborales de la provincia dictó la conciliación,
Barrionuevo debió haber reincorporado a Techera, retrotrayendo la situación al
30 de diciembre, un día antes del despido.
Tampoco Barrionuevo se
apega a las formas: El intendente faltó a la audiencia que el ministerio fijó
para el 26, enviando en cambio al apoderado Torta, la contadora y una empleada
administrativa de la comuna. Adujo problemas de salud, pero al día siguiente ejerció
sus tareas con total normalidad, revela Norma Ojeda.
El 29, día en que estaba
citada la segunda audiencia, Barrionuevo tampoco asistió. Sí apareció cinco
días después, durante la tradicional fiesta de la Barda. Quizás para simpatizar
con los vecinos, o bien para enviarles un mensaje desafiante, al dejarse ver con
diez custodios que, según publicó el diario La Arena, habrían oficiado de guardaespaldas
al ex carapintada Aldo Rico.
Prensa ATE