Apuntes rápidos respecto de la disparada de casos COVID en los barrios populares de la región AMBA
Por Daniel Godoy, Director IDEPSALUD ATEARGENTINA
Estos apuntes son una aproximación a un compilado de voces
posible de muchxs compañerxs con los que transitamos este momento desde la
militancia sanitaria y social. No pretende ser una receta erudita, sino una
señalización desde donde enfocar la Pandemia desde una perspectiva crítica y
democratizadora. Será enriquecida seguramente con más voces y más visiones de
lxs muchxs que compartimos el camino.
CONTEXTO
Según la organización TECHO (techo.org) se define al “asentamiento
popular” como un conjunto de un mínimo de 8 familias agrupadas o contiguas, en
donde más de la mitad de la población no cuenta con título de propiedad del
suelo, ni acceso regular a al menos dos de los servicios básicos: agua
corriente, energía eléctrica con medidor domiciliario y/o sistema de
eliminación de excretas a través de la red de alcantarillado regular.Existen
pocos trabajos de mapeo de estos conglomerados en LAC.En 2014 la población
urbana de ALC alcanza casi los 500 millones de habitantes (UN-DESA, 2014: 25),
considerándose la región del mundo en desarrollo con un mayor porcentaje de
población urbana (PNUMA, 201 0: 27). En el contexto de desigualdad de América
Latina, según TECHO, 104 millones de personas viven en asentamientos populares.
Argentina es uno de los países más urbanizados del mundo
(por encima de la media de Europa y Estados Unidos, sin considerar las ciudades
Estado y las islas pequeñas) y el segundo más urbanizado en América Latina, con
una población urbana que alcanza el 92 % del total, de acuerdo con las
estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
de la ONU (CELADE, 2017).
La población argentina se concentra en un 39 % Región
Metropolitana de Buenos Aires (RMBA/AMBA)
El INDEC no cuenta hasta el momento con información
estadística oficial acerca de la cantidad de villas y asentamientos existentes
en el país, y de la cantidad de población que reside en las mismas, a pesar de
que los últimos dos censos nacionales (2001 y 2010) pretendieron captar ese
dato.
el “Relevamiento Nacional de Barrios Populares” (RENABAP)
que el Estado Argentino realizó desde agosto de 2016, contó con la
participación de distintas organizaciones sociales , y registró, hasta mayo de
2017, la existencia de 4.100 villas , asentamientos y urbanizaciones informales
(TECHO había estimado 2.400 en 2016!).
Alrededor de 1.600 se encuentran en el conurbano bonaerense.
Más de la mitad de estos asentamientos nacieron antes del año 2000 y casi un
cuarto del total son posteriores a 2010. Comporta una población estimada de
600.000 familias y casi 3 millones de personas
El partido con más asentamientos es La Matanza, que a su vez
es el más poblado. En ese municipio, según el relevamiento, hay 122 barrios de
emergencia. En segundo lugar se ubica Moreno, con 80 barrios de emergencia, y
sigue Florencio Varela, con 70.
Los niños y jóvenes (entre 0 y 24 años) son el 41% de la
población total del país, mientras que en las villas y asentamientos
representan el 56% de la población.
El 65% de lxs responsables de los hogares son mujeres y el
85% de los hogares monoparentales están a cargo de las mujeres.
Es en estos asentamientos donde históricamente se registran
la mayor cantidad de eventos socio sanitarios evitables (malnutrición,
morbimortalidad en población infantil, consumos tóxicos, etc.)
PANDEMIA EN ASENTAMIENTOS POPULARES DE ARGENTINA
A 11 semanas de inicio de la Pandemia en la región
(26/2/2020 en Brasil), comienza a componerse el cuadro epidemiológico en
sociedades como las de LAC, con altos niveles de desigualdad y nichos de
pobreza extrema y conglomerados de poblaciones en condiciones de hacinamiento y
precariedad (según el territorio, Asentamientos populares, Villas de
emergencias, favelas, etc.). Hasta ahora las anotaciones que habíamos hecho del
comportamiento de la pandemia en distintas categorías en Europa y Asia
fundamentalmente (edad, sexo, sectores de trabajo, implementación de medidas
restrictivas, entre otros). La llegada de la Pandemia a LAC suponía ex ante un
COMPORTAMIENTO imprevisible fundamentalmente en estos núcleos de territorios,
habida cuenta que la clave demostrada de diseminación es la proximidad,
inevitable en esos contextos.
Este COMPORTAMIENTO lo estamos analizando en tiempo real, o
sea en el mismo momento o después que se suceden los hechos, habida cuenta de
lo inédito de proceso.
En BRASIL por ejemplo, ya se está comprobando eventos
disimiles en población negra (viven en favelas o barrios populares, dependen de
economía informal, o tienen salarios/ingresos mitad que la población blanca)
que en blancos. En Río de Janeiro por ejemplo, la tasa de letalidad del
coronavirus llega a 30,8% en la Maré, un conjunto de favelas en el norte de la
ciudad, contra 2,4% en Leblon, en el sector más rico de la zona sur, frente al
mar.
En nuestro territorio AMBA donde en esta etapa perece estar
confinada la circulación del virus (80 % de los casos), Barrio Mugica y Azul
probablemente pre anuncien la consolidación de la hipótesis que la Pandemia se
está compactando mayoritariamente en estos territorios.
COMO SE ESTAN DANDO LOS EVENTOS EN ESTOS TERRITORIOS?
Los casos de COVID-19 en barrios populares de la CABA
representanaproximadamente (a la fecha) el 47,9% de los casos de toda la
ciudad.El primer caso que se reportó en la Barrio Padre Mugica fue el 21 de
abril. Ese mismo día el reporte oficial del gobierno de la ciudad fue de 954
casos confirmados y 50 fallecidxs (Tasa de letalidad 5.24 %). El 24/4 y durante
los siguientes 15 días se generaliza la falta de agua potable en el barrio,
estableciéndose una correlación estrecha entre la falta de acceso al agua
potable y la multiplicación de los contagios. En este barrio, en las dos
últimas semanas los contagios se incrementaron en un 377% mientras que en la
ciudad sólo un 165%.
Los guarismos que se reportan hasta ahora de COVID en
Barrios Populares como los Barrios Padre Mugica y Azul (tasas y comparaciones)
son de mucha endeblez interpretativa, muy relativos e inestables pues es
periodo de corte demasiado temprano, con una muestra muy pequeña de análisis, y
con un denominador (casos confirmados) muy condicionado por la estrategia y el
contexto de diagnóstico.
QUÉ HACER?
Si bien como dijimos, estamos estableciendo el diagnóstico y
por lo tanto la estrategia encima o después de los eventos, la importancia de
la precisión de los análisis nos permitirá proyectarnos con mejor suerte a
escenarios futuros de características demográficas y sociales parecidas (otros
barrios populares del territorio AMBA)
Aunque, ninguna medida podrá emparejar la suerte de estas
poblaciones por restricción de derechos previos, como trabajo digno, seguridad
alimentaria, vivienda y protección social, y el drama del hambre y la pobreza
extrema deben categorizarse como escándalo ético que deben erradicarse desde
una perspectiva humanista. Es absolutamente pertinente y necesario (y además
posible!) dar impulso a la propuesta enunciada por el mismísimo Papa Francisco
y abordada en nuestro país por dirigentxs, periodistas y economistas bajo la
denominación de renta universal o ingreso de ciudadanía y que se remonta a los
viejos planteos del Frente Nacional contra la Pobreza FRENAPO allá por el 2001.
El conjunto de Organizaciones Populares con representación
territorial ha advertido las falencias que preanunciaron el escenario actual en
el Barrio Mugica, y propuesto una batería de procedimientos (protocolo ACIJ por
ejemplo) que deben considerarse en los ámbitos de decisión.
En principio, interpelar por ineficaz la militarización
extrema de los barrios populares, como receta única y excluyente de la
estrategia sanitaria, pues genera violencias simbólicas y materiales, y porque
restringe al encierro en condiciones de precarización extrema a las familias.
El acordonamiento sanitario, tan antiguo como las pestes mismas como
dispositivo de bloqueo de la diseminación de las epidemias (el famosos “Cito,
Longe, Tarde” de la llamada Peste Negra en mitad del siglo XIV), deberá hacerse
en el contexto imprescindible deCALIDAD e INTEGRALIDAD de intervención, que
incluye entre otras cosas, sensibilización y negociación con las referencias
barriales (formales y no formales), en el marco de ámbitos de gestión
participada y democratizada con todxs lxs actorxs, y garantizando las
condiciones de vida digna y saludable.
El 7 de abril un conjunto de organizaciones sociales,
sindicales y académicas (la Cátedra de Ingeniería Comunitaria de la UBA, el
Observatorio del Derecho a la Ciudad, la CTA Autónoma Capital y el Instituto de
Pensamiento y Políticas Públicas) junto a referentas de los distintos barrios
populares impulsaron una acción colectiva de amparo con cautelar para que el
gobierno porteño garantice el acceso al agua potable en la totalidad de los
hogares de los barrios populares porteños (el Expediente judicial N°
A3010/2020-0 se caratula “KOUTSOVITIS, MARIA EVA Y OTROS CONTRA GCBA SOBRE
AMPARO – URBANIZACION VILLAS”). El 5 de mayo la justicia, en un fallo histórico
que operativiza en igualdad de condiciones el derecho al agua potable, le
ordena al gobierno porteño que en el plazo de 5 (cinco) días elabore un Plan de
Contingencia y un Protocolo de actuación acordado con las comunidades ante
posibles emergencias sanitarias y que garantice 150 litros diarios de agua
potable a la totalidad de los habitantes de los barrios populares. A la fecha
el gobierno porteño viene incumpliendo la sentencia judicial.
Hay que constituir una gran coordinadora de organizaciones
comunitarias con referencias de sectores de gobiernoque opere como un Comité de
crisis ad hoc de COVID en contexto de extrema pobreza, porque exige procesos y
dispositivos distintivos a las aplicadas en otras situaciones, aplicando los
estándares de procedimiento de calidad e integralidad aquí expuestos. No
aplicar recetas pobres para población pobre.
Las formulaciones generales de este ámbito deben
complementarse con Planes Barriales específicos atendiendo a particularidades,
y con actores de la representación territorial local.
En el marco de las restricciones, deben garantizarse las
condiciones elementales de vida (provisión de agua potable, alimentos
suficientes, elementos de higiene personal.
Hay que legitimar e involucrar en el despliegue de procesos,
a la militancia barrial en el marco del Programa “El barrio cuida al barrio” y
del Plan “Detectar” (información, detección de casos, mapeo de riesgo,
comensalidad familiar, etc.) con insumos y equipos correspondientes de cuidado
personal (EPP).
Se debe trabajar en un concepto de Epidemiologia de
proximidad, “llevando” los procesos al barrio y no al revés, garantizando el
aislamiento en Centros de Resguardo de casos necesarios (por riesgo biológico o
social) con condiciones aptas para esa situación (sin dobles estándares
respecto de otros grupos sociales); y generando corredores de atención de
primer y segundo nivel tempranos ante detección de casos problemáticos. Estos
dispositivos en RED se deben constituir con la participación de los mismos
vecinxs y organizaciones en articulación con los ámbitos formales (salas de
pronta atención y hospitales de referencia específica para barrios con alta
población y/o incidencia) y no generando riesgo de más contagios (vehículos
aptos y con asepsia constante).
Deberá preservarse la atención de grupos familiares que
requiera aislamiento domiciliario o internación, así como el resguardo de los
hogares que deban ser abandonados temporariamente.
La comensalidad debe garantizarse adecuando los procesos a
los fines preventivos (comedores “cuidados” o en la casa), pero considerando
que el ASPO repercute gravemente en poblaciones con gran dependencia de la
economía informal, por lo que deberán considerar ampliación de las raciones
estimadas antes de la pandemia.
Atender con dispositivos específicos, las implicancias de la
situación de encierro y crisis, tales como el incremento de violencia de género
y diversidades, adicciones, salud mental, etc.
Garantizar la continuidad de los procesos de la vida
“normal”, sobre todo en las poblaciones que requieren más atención; hablamos de
escolaridad en este contexto para lxs pibxs, vacunación, atención médica,
medicamentos, asistencia a adultxs mayores.
Incremento de las medidas higiénicas en el barrio con aprovisionamiento a lxs vecinxs de insumos (barbijos, agua y jabón, lavandina, baldes, utensilios, alcohol).