Pandemia, crisis y oportunidad. Del ajuste y el desguace neoliberal a la reconstrucción del sistema de salud
Pandemia, crisis y oportunidad. Del ajuste y el desguace neoliberal a la
reconstrucción del sistema de salud.
Por Flavio Vergara, paritario Nacional de ATE
El sistema de salud
creado por el gran Ramón Carrillo, viene siendo atacado de manera sistemática
cada vez que un gobierno de derecha logra llegar al poder e intenta destruir la
salud pública. Así las reformas de los 70, las políticas de ajuste
del banco mundial de los 80 y las reducciones y transferencias de hospitales a
las provincias en los 90, son los antecedentes mas salientes.
Durante del periodo del brutal ajuste del neoliberalismo Macrista ,
signado por despidos , reducción drástica de presupuestos , recortes salariales
, desaparición de programas nacionales , abandono y parálisis de las obras de
finalización de diez hospitales nacionales y la degradación del ministerio de
salud, como intento de arrasar con el derecho universal a la salud y transformarlo
a través de la CUS en otra mercancía Macrista, lxs trabajadorxs de salud
resistimos, luchando en cada rincón del país, contra esas políticas de ajuste y
entrega de nuestra dignidad , nuestro patrimonio y de la soberanía
sanitaria nacional.
Con la asunción del gobierno de Alberto y Cristina Fernandez, volvimos a
tener Ministerio y comenzó la tarea de la reparación del dañado
sistema de salud. A dos meses de asumido el gobierno, con la declaración
de la pandemia del coronavirus, el sistema público de salud se enfrento a la
más grande crisis sanitaria de la historia a escala global.
Lxs trabajadorxs, inmersos en un sistema fragmentado, desconectado, en
condiciones de precariedad, desprovistos de equipamiento, insumos y tecnología
tuvimos que demandar que se nos den las armas para combatir al coronavirus en
condiciones mínimas de bioseguridad. El recuperado Ministerio de Salud de la
Nación, volvió a ser la nave insignia de la flota sanitaria , sosteniendo la
decisión de iniciar la cuarentena temprana para lograr Fortalecer al Estado en
el área de Salud, impulsando la producción nacional de respiradores ,camas de
terapia intensiva, importando y fabricando Elementos de Protección Personal y
promoviendo la capacitación en su uso, proveyendo de reactivos para diagnostico
al Anlis Malbran y a la red nacional de laboratorios, construyendo hospitales
de emergencia, centros de aislamiento y terminando los hospitales que había
abandonado el macrismo.
Empezamos esta enorme tarea, llevando a cuestas, la precariedad laboral,
el saqueo a nuestros salarios, el pluriempleo como forma de parar la olla,
exponiéndonos al contagio y llevando inseguridad a nuestras familias.
Estamos atravesando la tormenta, primero con el aplauso de los vecinos,
hoy casi con el desprecio de lxs que niegan el aislamiento y la pandemia. Somos
cada vez más los compañerxs contagiadxs , aisladxs y muchxs son lxs fallecidos.
Más de 18.000 trabajadorxs infectadxs y más de 60 fallecidxs, todxs trabajando
con patologías preexitentes . Y estas cifras no paran de crecer.
Cuando lxs compañexs se infectan, cuando se van al aislamiento , cuando
fallecen, La angustia atenaza el corazón, los abrazos no son posibles y hay que
apretar fuerte los dientes para seguir dejándolo todo por la vida de nuestro
pueblo.
El reconocimiento del bono de $5000 fue un paliativo, pero tardío e
insuficiente en su alcance. Hubo que reclamar duramente para hacer entender a
las autoridades que había que contener a todxs lxs trabajadorxs de salud,
especialmente a lxs del primer nivel de atención.
Hoy, a más de cinco meses de aislamiento, la pandemia se muestra en su
fase más aguda, lxs trabajadorxs están extenuadxs y el bono pensado para otra
situación, ya llegó a su fin.
Es ahora, el momento de reconocer ese compromiso social inmenso y
de avanzar con acciones reparatorias del daño infringido por el macrismo.
Es impostergable la continuidad del bono de $5000 para todxs lxs
trabajadrxs del equipo de salud del país, y que se incorporen al salario,
transformandose en la base para a discusión salarial del sector.
Ya nadie bienintencionado duda de la importancia indiscutible del rol
del Estado , de la salud pública, ni del increíble esfuerzo que están
realizando lxs trabajadorxs en todos los niveles de atención.
Otra acción impostergable es la de otorgarle la estabilidad
laboral a la totalidad de los trabajadorxs de salud precarizadxs, tanto en el
orden nacional, como provincial y municipal.
Ningún funcionario debería dudar que atravesar la pandemia es el más
alto examen que un trabajador puede rendir en la vida, y que por lo tanto ya
merecen la estabilidad.
Los esfuerzos de articulación del sistema público, realizados desde el
Ministerio de Salud nacional y acompañados por nosotrxs, deben ser los
fundamentos para la discusión de un nuevo modelo de salud que nos vuelva
a poner en la senda de Ramon Carrillo
Nosotrxs no queremos privilegios, no somos héroes, somos
trabajadorxs de salud, que reclamamos dignidad para nuestra tarea, en la
primera línea de fuego.