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    7 de enero de 2015

    “Fue un año de grandes contradicciones, entre el trago amargo del descrédito al que nos llevaron y la enorme recuperación que conseguimos los compañeros de ATE”.

    Opinión: Por Alejandro Garzón

    No quisiera caer en el lugar común de aquellos que siempre ‘hacen un balance’ para esta época del año, porque soy de los que están convencidos que las actividades de los hombres y mujeres y más aún de un sindicato como el nuestro, no se abre en enero y se cierra en diciembre, ni vuelve a comenzar cada principio de año; es una continuidad y si como dirigentes hacemos las cosas mal en el 2014, en el 2015 tendremos consecuencias malas y viceversa. Soy de los que creen en el trabajo, el esfuerzo y en la causalidades y no es las casualidades y por lo tanto, esto de hacer ‘balances’ es como dedicarse a cerrar etapas que en realidad no se cierran, porque si – por ejemplo – miramos en perspectiva a ATE, vemos que todos nuestros compañeros afiliados, los compañeros delegados, los Normalizadores y los dirigentes nacionales, están abocados a darle continuidad a la tarea sindical durante todo el año, porque en el medio está el derecho de los trabajadores, su bienestar y el día a día, que no conoce de paréntesis, y es que cuando a cualquiera de nosotros no nos alcanza la plata porque los sueldos son bajos, o porque nos descuentan días por huelga o nos cambian de sector, o porque simplemente se equivocan descontándonos algún día por enfermedad ‘por algún error de tipeo’ en nuestros recibos de sueldos, etc. ATE debe estar allí para pelear por ellos. Más allá de esta aclaración que tal vez es hilar demasiado fino, pero necesaria para restituir nuestra esencia en ATE que vive y convive con el trabajador, independientemente de la época del año que se trate, como ha sido metodológicamente debido a nuestra esencia que es la justicia social, yo creo que el año 2014 fue un año de grandes contradicciones para nosotros, porque lo transitamos entre el trago amargo del descrédito, al que nos llevaron desde adentro mismo de nuestras estructuras, desde algunos medios y el gobierno, y la enorme recuperación que conseguimos con el esfuerzo de todos los compañeros de nuestro vapuleado sindicato que transitó un 2013 para el olvido.

     

    Me refiero puntualmente a las penurias que pasaron nuestros compañeros injustamente encarcelados, vulnerando todos los derechos constitucionales por parte de una jueza que actuó políticamente y no dignamente como uno espera que la Justicia actúe; más aún cuando se trata de acciones que, como la destrucción del edificio de Planeamiento, tiene detrás de la propia acción de haberle puesto fuego a las instalaciones, los autores ideológicos y políticos que ni siquiera fueron rozados por la ley y que evidentemente duermen tranquilos. Esto a uno lo pone mal, pero lo peor de todo es que ATE, como institución y como organización sindical reconocida, sufrió el mayor impacto negativo de esta verdadera locura que cometieron personajes enajenados, corruptos y que trabajan por la sobra. ATE es un sindicato el cual se ha caracterizado por pelear fielmente por los derechos de los trabajadores, pero también con mucha capacidad de diálogo y cuando el gobierno lo ha cerrado o se ha negado a un derecho, hemos llevado adelante acciones directas importantes, claro que sí, pero jamás destructivas ni actos delictivos y mucho menos atentando contra nuestro propio patrimonio, como son los bienes del Estado.

     

    Esto que pasó nos marcó muy fuerte, porque hubo dos cuestiones que nos preocuparon y nos ocuparon fundamentalmente en todo el tiempo que transcurrió entre octubre del 2013 y noviembre del 2014: La penosa e injusta encarcelación de nuestros compañeros durante todo un año, alejados de sus familias pasando necesidades y el consiguiente castigo social y personal al que la jueza los condenó de antemano y luego, el retraso institucional que tuvimos, que más bien diría fue un retroceso, teniendo en cuenta todo lo que ATE había logrado construir, antes de que asumiera la anterior conducción del Consejo Directivo Provincial. Es decir, aquí tenemos que reconocer el imprescindible aporte de la conducción nacional, que se puso al frente de estos avatares y la tarea excepcional que hicieron los compañeros delegados Normalizadores frente al CDP, junto a todos nuestros afiliados, para sostener y transparentar toda la estructura y volverla a encauzar por la senda de la que nunca debió haberse apartado.

     

    En este punto quiero decir que estoy inmensamente feliz y satisfecho de haber podido contribuir con lo que yo llamo la refundación de ATE Santa Cruz; haber convalidado que nuestro sindicato sigue más vivo que nunca y esto lo demuestra la cantidad de afiliaciones que se han realizado y la cantidad de Delegados electos por el voto de los trabajadores durante todo este proceso, porque tal vez, sea parte obligada de estos procesos de crecimiento, pasar por crisis como ésta y lo importante no es cómo se llega a ellas, sino cómo hemos salido y nos fortalecimos. Y eso lograron los compañeros con su unidad y su trabajo. Hemos vueltos a posicionarnos como una fuerza de negociación, recuperamos poco a poco el tiempo perdido, elegimos delegados de la CyMAT (Comisión de Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo) en los sectores laborales y es destacable el rol protagónico de ATE en la CIOT (Comisión de Igualdad de Oportunidades y Trato) y nos estamos haciendo presentes en los lugares donde los trabajadores habían dejado de ser escuchados y lo mejor de todo, es que en muchos lugares de la administración pública, como el sector de Guardapesca (por ejemplo) y otras área como Educación, han encontrado en ATE el amparo sindical que mejor lo puede representar y que, precisamente por eso, nuestra organización este año pudo lograr el ingreso a planta permanente de tantos trabajadores que estaban postergados y casi descreídos del sistema, pensando que su destino incierto sería permanecer dentro de la precariedad de los contratos basuras a los que estaban sometidos”. También logramos recuperar derechos de los trabajadores porteros de escuela y de varias aéreas del Ministerio de Educación que viene creciendo muy fuerte en ATE, o el avance en el CCT de los Trabajadores de salud.

     

    Este año también, ATE puso énfasis y dedicación en la mujer. Precisamente en una época donde el rol de la mujer en el Estado, es particular preocupación en el mundo laboral de los países más desarrollados, ATE realizó jornadas, talleres e intervino directamente en este sentido, por medio del trabajo dedicado y eficiente de un grupo de compañeras dirigentes que tomaron la posta y llevaron a cabo un trabajo ejemplar e inédito en Santa Cruz, por el derecho laboral de las mujeres trabajadoras que tendrá gran impulso en el 2015; en defensa de todas las compañeras por los abusos de que son objeto, la forma en que son maltratadas, discriminadas y hasta convertidas en actores de segunda categoría, cuando en realidad – y así lo entendemos en ATE – son parte del motor esencial que mueve el Estado, pero que lamentablemente, las malas políticas, convierten en un patrón más oligarca que solidario que no ha podido desprender de los prejuicios machistas y esclavistas del siglo XIX.

     

    Pero como decía al principio, el año no termina en diciembre y la continuidad de nuestro trabajo implica que más allá de las vacaciones que merecidamente gozaremos los trabajadores, el 2015 representa un desafió en muchos sentidos para ATE y para muchos compañeros que soñamos con esta refundación que estamos logrando. A mediados del próximo año habrá elecciones para elegir democráticamente una nueva Comisión Directiva y por ende un Secretario General que tenga todas las prerrogativas del cargo y la responsabilidad de representar a todo el universo de afiliados. En lo personal aquí estaré acompañando y sirviendo al objetivo que me he propuesto, de ser parte indivisible de esta nueva historia que comenzó este año que termina. Mi compromiso ha sido y será siempre, el de estar cuando ATE me necesite en Santa Cruz, independientemente de dónde me encuentre. Un grupo de compañeros y amigos trajimos desde zona norte hace más de 10 años, este sueño de hacer un sindicato grande y lo hemos logrado. Nadie va a poder eclipsar el sentido participativo y solidario en el que se funda nuestra organización. ATE nació en las vísceras mismas del sindicalismo combativo que luchaba por un Estado al servicio del Pueblo y no de los grupos económicos. Se esculpió en soledad y marcó a fuego a lo largo y ancho del país su nombre y su poder indeclinable para defender a quien padece las injusticias de un sistema capitalista y neo liberal que mayoritariamente estuvo instalado en la Argentina, a veces un poco más disimulado, pero presente aún tras el paso de lo sucesivos gobiernos.

     

    Santa Cruz nos tendrá en el 2015 como mascarón de proa de los derechos del trabajador del Estado. No sabemos cuál será el destino de la provincia en materia política, si este gobierno cambiará o no, si de persistir modificarán su conducta o en caso que el color político cambie, se preocuparán por la realidad de los trabajadores; pero una cosa sí estoy dispuesto a decir: nadie que no tenga en su plataforma, un programa inclusivo y con eje en el derecho laboral o que desconozca la realidad salarial de los compañeros o se niegue a eliminar el CCT logrado con mucho esfuerzo y utilice como variable de ajuste el sueldo de los trabajadores, no tendrá paz con ATE. Pero como nacimos y crecimos convencidos que la democracia, aunque imperfecta, es el mejor sistema que tenemos para convivir social, sindical y políticamente, vamos a darle a éste y al que venga, la posibilidad de rectificar rumbos y seguiremos hablando y pactando en paritarias y discutiendo las veces que sea necesario, demostrando que nuestro fin no es la confrontación por la confrontación, como algunos alienados que decían representar a ATE, trataron de establecer en algún momento, sino que cuando la confrontación se da (siempre en un marco de racionalidad) es porque fracasaron las instancias intermedias y allí se generan las consecuencias que seguramente los buenos funcionarios y nosotros, queremos evitar.

     

    Quiero aprovechar la oportunidad para agradecerles a todos los compañeros de ATE, dirigentes, afiliados y futuros compañeros que seguramente se nos sumarán a los largo del año que viene, por la confianza que depositaron en este grupo humano que se hizo cargo de los destinos de nuestro sindicato, en un momento tan duro como el que nos tocó vivir. A quienes hayan apostado a nuestro trabajo: gracias, a quienes vayan a apostar a nuestra organización, decirles que no se sentirán defraudados en su fe. ATE es el resultado de un esfuerzo mancomunado de muchos compañeros que han visto afectadas su vida personal, laboral y familiar para contribuir con este sueño. No lo desperdiciemos; sepamos reconocer esos sacrificios, a veces anónimos o sin tanta exposición mediática como los que tenemos responsabilidad política, con el aporte voluntario del trabajo diario y la ayuda a esta causa justa y noble que es defender a cada uno en su lugar de trabajo, lo cual es también, defendernos a nosotros mismos de las peores injusticias a las que nos pueda someter el actual sistema.

     

    ¡Feliz 2015, compañeros y compañeras!


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