Las mujeres trabajadoras latinoamericanas  comprometidas con la Liberación Nacional  y el Socialismo nos pronunciamos, y nos ponemos a disposición, en la defensa de la Revolución Bolivariana, para que los intereses imperiales y del Capital concentrado no desanden los históricos lazos que nuestros pueblos unieron a lo largo y ancho de nuestra Patria Grande, con el objetivo de conquistar su definitiva Independencia.

Nuestro espíritu libertario permanece encendido, y lo compartimos con nuestros hombres y compañeros. Es el mismo que expresaron las mujeres anarquistas y socialistas del siglo XIX, en pleno auge de la Revolución Industrial; o como aquellas protagonistas de todos los inolvidables 17 de octubre del siglo XX. En las tierras de Nuestra América ya resistían las mujeres de los pueblos originarios, la inolvidable Bartolina Sisa, nuestra General inquebrantable y decidida Juana Azurduy alfrente en las batallas por la Independencia (quien librara también un 8 de marzo una de sus contiendas en el Cerro Potosí en 1816), o como “la Libertadora del Libertador”, nuestra siempre presente Manuela Sáenz. Algunas de las tantas Mujeres en las que nos identificamos sin duda muchas mujeres que seguimos luchando por la liberación de nuestros pueblos del yugo foráneo.

Miles de compañeras dieron su vida en las organizaciones políticas armadas que se enfrentaron a las reiteradas dictaduras cipayas de los grandes capitales, y son también parte del torrente que alimenta nuestras almas, vísceras y músculos que nos mueven a continuar.

Toda nuestra historia, todas nuestras experiencias de organización y lucha, todo nuestro presente, lo ponemos a disposición en forma solidaria y desprendida a la causa de la Revolución en la Patria Grande. Por ello, en estos difíciles momentos para los pueblos del continente, damos nuestro presente y nos alistamos para enfrentar con la mayor unidad continental posible, los embates que planteen los enemigos eternos del pueblo: el Imperio, el Capitalismo y sus cipayos oportunistas y vendepatrias. Ellos se toparán una vez más con nuestras resistencias, con las mujeres de ayer y de hoy, para arrebatarles el FUTURO que nos pertenece. Que de una vez por todas, la correlación de fuerzas sea a favor de los que menos tienen y más dan.

Vaya, entonces, nuestra solidaridad con la Revolución Bolivariana. Sumamos nuestras fuerzas contra el sistema colonial, imperial, de saqueo y contaminación, un sistema de opresión que solo nos ofrece muerte, y al cual siempre le opondremos la pasión incansable de ser “¡LIBRES, QUE LO DEMÁS NO IMPORTA NADA!"

* Por Carina Maloberti, Departamento de Interior del CDN