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    20 de marzo de 2015

    POR LOS DERECHOS HUMANOS DE AYER Y HOY

    Opinión: Por Héctor Carrica

    30.000 COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS PRESENTES

    POR VERDAD, MEMORIA Y JUSTICIA

     

    A los jóvenes y a todos los que con un corazón tan grande como su memoria nos señalaban con su paso firme la ausencia de justicias y el reino de la impunidad, este 24 de marzo sigue siendo una fecha de encuentro en la memoria.

    Encontrábamos ahí, en esas vidas de lucha y ejemplo activo, una memoria que buscaba con urgencia justa construir un presente más humano, mirando hacia un pasado de historias truncas y sueños interrumpidos.

    Hoy seguimos marchando cada 24 de marzo seguros de que los sueños militantes que encarnaron nuestras compañeras y compañeros nos interpelan desde lo más hondo. Por eso, los pensamos, los debatimos y los hacemos carne todos los días.

    En cada 24 de marzo volvemos a poner toda nuestra sangre y nuestro empeño, y desplegamos banderas y damos pasos que recrean y reviven esa heroica militancia que puso todo en la construcción de un mundo mejor.

    La militancia de hoy, los jóvenes y los que no lo son, que comprometemos nuestras vidas en las mismas tareas que aquellos compañeros, hemos asistido cada año a avances como el juicio a la junta militar y retrocesos en el ejercicio de la justicia: auto-amnistías,  los levantamientos carapintadas, y las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, como los indultos, han sido parte de la nefasta historia de la década neoliberal.

    Hoy debemos reconocer que si bien, son muchos los puntos pendientes, se ha caminado en la tarea de la justicia: hay cientos de genocidas juzgados, se avanzo en  la inconstitucionalidad de las leyes de impunidad y se han recuperado muchos centros clandestinos de detención, transformándolos en espacios para la memoria.

    Lo subrayamos con la esperanza de que este camino se continúe, porque lo acompañamos con el cuerpo en cada audiencia, en cada juicio, en cada escrache que debamos hacerles a los responsables de la muerte, tanto civiles como militares, quienes todavía intentan sepultar nuestra historia colectiva.

    Todo esto sin olvidar que hay 78 represores profugados, con la complicidad de los servicios de inteligencia y penitenciario, juntos a una red de encubrimiento y soporte económico.

    En la actualidad, la Cámara de Casación que demoró y obstaculizó durante años los juicios por lesa humanidad, junto a los jueces de la injusticia, absuelven a Mauricio Macri por la represión en el hospital Borda; a Carlos Pedro Blaquier, responsable de las desapariciones y torturas durante “La noche del apagón” en el ingenio Ledesma, y a Vicente Massot quien colaboró con las desapariciones de sus obreros y en el encubrimiento de asesinatos y desapariciones en Bahía Blanca, además de ser un apologista del terrorismo de Estado.

    Así como ponemos nuestro cuerpo y decisión en esta tarea de memoria, también nos comprometemos en la lucha por nuestro presente y en defensa de los derechos humanos que continúan siendo vulnerados.

    Este 24 de marzo nos vuelve a encontrar sin Julio López;  con más pibes asesinados impunemente por la policía; con cientos de mujeres y niñas sometidas a redes de trata y con 277 mujeres víctimas de femicidio producidas solo en el 2014.

     Las represiones en Belén (Catamarca), en Famatina (La Rioja) y contra los pueblos que defienden la preeminencia de la vida por sobre la megaminería contaminante;  y con casi 1.000.000 de trabajadores del estado nacional provincial y municipal,  precarizados y con bajos salarios; continúan la muerte por desnutrición y el avance de enfermedades de la pobreza.

    Continua vigente la ley antiterrorista que criminaliza la protesta social,

     que es una imposición de EE.UU y no cabe duda que es para disciplinar al pueblo.

    Afirmamos tal cual lo expresa Norita Cortiñaz, “que si no somos críticos, no podremos cambiar este mundo injusto”.

    Como decía nuestro  compañero Paco Urondo, los trabajadores “luchamos por ayer, por hoy y por mañana, para que nada siga como esta”.  Por eso marchamos del lado de los que no se resignan, del lado de los que creemos que se puede hacer mas, marchamos caminando nuestros sueños y no de los que lo administran desde sillones de funcionarios.

    Por último queremos pronunciarnos ante la criminal amenaza yanqui al pueblo y gobierno de Venezuela y ante la amenaza  brutal reafirmar nuestra solidaridad y disposición de luchar junto al pueblo hermano.

     

    * Por HECTOR CARRICA

    OBSERVATORIO DE VULNERACIÓN DE DERECHOS

    DERECHOS HUMANOS ATE NACIONAL

       


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