21 de mayo de 2020
51 años del Rosariazo: ATE realiza una jornada de lucha
Hay diferentes actividades por la reincorporación de lxs despedidxs en la era Macri, por paritarias y pase a planta.
Este 21 de mayo, a 51 años de los Rosariazos, ATE realiza una jornada de lucha por la reincorporación de lxs despedidxs en la gestión de Mauricio Macri, la reapertura de la paritaria y el pase a planta en todos los niveles del estado.
Por la mañana hubo un twittazo con los hashtag #PaseAPlanta #ReincorporaciónYA y #ParitariasYA, y por la tarde se realizará un encuentro con la militancia de ATE vía teleconferencia, a las 18.00 horas. Además, se realizó una conferencia de prensa a las 11.00 horas en la sede de la farmacia de IOSFA, Rioja y Paraguay.
Tanto en Facebook, como Twitter e Instagram podrán buscar la cuenta de ATE Rosario y replicar materiales. También habrá lugar para la memoria histórica, retomando frases y declaraciones de compañeros dirigentes como Héctor Quagliaro y Mario Aguirre con el hashtag #Rosariazo.
Desde las 18.00 horas habrá un Debate con la Militancia a nivel nacional vía Zoom.
Para unirse a la reunión:
https://us02web.zoom.us/j/84170812790?pwd=RjhobTRnSTVMcGlEZDdHcFl2ZGl2Zz09
ID reunión: 841 7081 2790
Contraseña: 230RO536
Evento en Facebook
Allí, diversos referentes y referentas e historiadores tomarán la palabra para retomar el concepto de que el Rosariazo es parte de nuestras luchas de ayer, hoy y siempre por una sociedad más justa para todos y todas.
Mayo intenso
Héctor Quagliaro, el referente estatal, por entonces Secretario General de la CGT de los Argentinos Rosario y protagonista de los acontecimientos de mayo del 69, contó en una entrevista que en esos años “había un eje geográfico que era Rosario, Córdoba y Tucumán, donde el conflicto social era permanente. Todo eso fue poniendo a Rosario en una situación de avanzada en torno a los reclamos sociales, muchos de los cuales no están totalmente satisfechos (…) Nos caracterizaba un planteo social justo plural democrático y eso fue generando una enorme confianza en el seno del pueblo”.
Los hechos de aquel mayo de rebelión fueron el principio del fin de la dictadura de Juan Carlos Onganía. Pero también hubo represión y muertes, aún impunes. El 15 de mayo en Corrientes asesinaron a Juan Cabral un alumno que reclamaba por la suba de las raciones en el comedor universitario. Días anteriores se produjeron hechos de violencia en Tucumán y Córdoba. Crece el repudio en diversas ciudades.
El 17 de Mayo en el comedor universitario de Rosario se realizó una protesta que inmediatamente fue reprimida por la policía, allí tras una persecución fue asesinado el estudiante Adolfo Ramón Bello. Los días siguientes se produjeron manifestaciones, “actos relámpagos”, comenzó a funcionar la olla popular, quizás el símbolo de unión más representativo en esas jornadas entre la CGTA y los jóvenes estudiantes. El disparo que mata a Bello intensifica el repudio y la unión de distintos sectores gremiales sociales y políticos. Los estudiantes anuncian el paro nacional, y una marcha de silencio para el día siguiente.
El 21 de mayo horas antes de realizarse la marcha de silencio en honor al asesinato del joven Bello, el centro de la ciudad estaba cercado por la policía, a pesar de lo intimidante que era la situación, los estudiantes comenzaron a llegar con sus carteles, la represión no se hizo esperar y comenzaron las barricadas y los fogones en las esquinas. Fueron intensas horas de enfrentamientos con la policía. Los manifestantes obligaron el retroceso policial. En ese momento fue asesinado el adolescente obrero Luís Blanco. Estaba dándose el primer Rosariazo. La ciudad fue declarada zona de emergencia y custodiada por los militares.
El 23 de mayo se produjo el entierro de Blanco, con la presencia de más de 7.000 personas, en el contexto de un paro con gran acatamiento en Rosario y el Cordón Industrial. Aquellas jornadas serían un capítulo nodal en la larga lista de rebelión y luchas de 1969.
Algunas de las imágenes que perduran hasta hoy de aquel hecho histórico son las de las mujeres del Rosariazo, que gracias al trabajo de Carlos Saldi son parte del archivo histórico de la ciudad. Se las ve, a algunas con las típicas minifaldas de la época, cargando palos largos para algún fogón o barricada improvisada. Una de ellas fue reconocida por su hermano: se trata de Martha Martínez Molina estudiante de la facultad de Filosofía y letras, quien sería desaparecida el 14 de mayo de 1977, durante la última dictadura militar. En ella, un reconocimiento a todas las mujeres que también hicieron posible aquella gesta histórica.
El espíritu de quienes fueron protagonistas, bien lo describió Mario Aguirre, referente de ATE: “La culpa de este sueño la tienen San Martín, Artigas, Bolívar y todos los que cayeron en este gran andar”. No casualmente este mayo es también el mes en que se recuerda a los próceres que encabezaron la pelea por la liberación del yugo colonial español”.
“El mayo de las calles y lo intenso en clave colectiva e histórica, nos encuentra esta vez con una emergencia sanitaria sin precedentes. Pero, más allá de la coyuntura, verá a ATE donde tiene que estar: reclamando por los derechos de las compañeras y compañeros, exigiendo más Estado, mejores presupuestos para políticas públicas, justicia social, salarios y condiciones dignas de trabajo, protección en salud para el personal que atiende la pandemia del Covid 19 y una sociedad más justa, por la que lucharon lxs compañerxs en aquellas épicas manifestaciones de 1969”, expresaron desde ATE Rosario.
Equipo de Comunicación ATE Rosario