19 de noviembre de 2020
Niñez: cuando el protocolo es la precariedad
Una realidad que afecta en su conjunto a más de 1.400 trabajadoras y trabajadores de Niñez de toda la provincia.
Les trabajadores del área dependiente del Ministerio
de Desarrollo Social de la Provincia detallan el sentido de sus tareas y las
condiciones en las que la desarrollan. Exigen inmediato aumento salarial, pase
a planta y condiciones dignas y salubres de labor y prestación de derechos.
“Tenemos trabajadoras y trabajadores percibiendo salarios menores al vital y
móvil, hoy en $16.875”, denuncian. “¿No estaremos empobreciendo la política
pública sobre la Niñez por no cuidar a sus trabajadoras/es esenciales?”, se
preguntan.
En 2010, a partir de la adhesión de la Ley Provincial
12.967 a la Ley Nacional 26.061 de “Protección Integral de los Derechos de
Niños, Niñas y Adolescentes”, se rompió definitivamente con la ley de
patronato, “en la cual los niños y niñas eran objeto de la propiedad estatal, y
no sujetos de derechos, como son entendidos ahora”.
El Observatorio de la Defensoría de Niños, Niñas y
Adolescentes de la Provincia estimó el año pasado un total de 1255 niñas, niños
y adolescentes sin cuidados parentales intervenidos por este sistema, de las y
los cuales 741 convivían en residencias, hogares y alojamientos; y 514 no están
en alojamientos pero sí acompañados en torno a sus ámbitos familiares y
comunitarios, muchas veces debilitados, fragmentados por las violencias, los
inoportunos, la precariedad y el agotamiento en la salud física, orgánica y
mental que precisan de un auxilio del Estado para recomponerse.
Dentro de ese mapa, el trabajo de quienes se
desempeñan en el Sistema de Protección y Promoción de Derechos de Niñas, Niños
y Adolescentes, se centra en multas garantistas, restitutivos de derechos y
como contralores de que se cumplan.
Se trata de “abordar integral, ética, eficiente y
trasparentemente las situaciones de vulneración sobre los cuerpos e identidades
de niñas, niños y adolescentes de la provincia, en su mayoría sin cuidados
parentales o la no existencia de los mismos”, afirman compañeres del área
dividida en seis delegaciones dependientes de dos Direcciones: Santa Fe en el
Norte y Rosario en el Sur.
“Esta centralización demuestra ser ineficiente en la
distribución de recursos, en los abordajes excepcionales (cuando es el Estado
provincial quien hace tutela de una infancia), que por falta de espacios en la
propia ciudad de origen, se les niega desde el principio el derecho a la
identidad ya la vida en comunidad; o peor aún, por no contar el nivel primario
con equipos y recursos en barrios (acompañantes y otras figuras comunitarias,
dispositivos lúdicos y de interacción barrial), las propias voces profesionales
reiteran “nos quedamos sin recursos”; y así es que se deriva al nivel
provincial ”, apuntan.
La tarea que asumen los profesionales es compleja:
infancias revinculares con sus familias, con otros familiares, o con familias
solidarias; cuidar y acompañar la construcción de su personalidad en
residencias y alojamientos; realizar un seguimiento de su salud mental y
física, de su psiquis y de su condición jurídica.
“Pero ante
todo, significa que hay trabajadoras y trabajadores fijándose en diversos
aspectos alrededor de las infancias, trabajamos alrededor de personas que son
el reciclado sensible y moralizado del desecho popular, odiado y culpabilizado,
dentro de una sociedad desigual, racial, mezquina y ambiciosa que, aunque se la
enfrente con solidaridad y comunitarismo, no demuestra tener en sus planos
lugar para todos y todas”, definen les compañeres.
A modo de planteo de principios puntualizan que “como
adherentes y militantes de la Niñez creemos en la ampliación de la cosa pública,
en el acceso a servicios que reivindiquen cada derecho obtenido por nuestro
pueblo, y como trabajadoras y trabajadores valoramos y re pensamos
cotidianamente nuestras intervenciones, nuestras funciones y la capacidad de
acción política que estas prácticas tienen para niñas, niños y adolescentes.
Ahora ¿A costas de qué condiciones ejercemos todas estas tareas garantistas,
restitutivas y hoy 'esenciales'? ”.
Vulnerabilidad
al palo
Actualmente hay alrededor de 1.400 trabajadoras y
trabajadores de Niñez en toda la Provincia que realizan estas funciones.
“Quiere decir que el personal idóneo en este sector, sea profesional titulado o
bajo figuras comunitarias, como auxiliares, acompañantes, cocineras,
mantenimiento y preceptoras en residencias y hogares, trabajan sin ningún
derecho, ni licencia laboral, ni vacaciones, ni obra social, ni licencia por
enfermedad, ni aguinaldo ”, cuentan.
El salario de estas 1.400 personas depende de la
cantidad de horas que trabajen, pero no hay un salario básico que garantiza una
mínima estabilidad. Aquellas funciones que deben formalizarse con pases a
planta permanente por responsabilidad y obligación estatal que lo requiere,
“hoy están ganando menos por igual tarea que alguien de planta, siempre
restando las garantías laborales que posibilitan la formalidad del empleo”.
“Así es que tenemos trabajadoras y trabajadores
percibiendo salarios menores al vital y móvil, hoy en $ 16.875. Este salario
delimita la línea entre ser pobre y no serlo. ¿Si hablamos de trabajadoras y
trabajadores del propio Estado, con salarios por debajo de la línea de pobreza,
no estaremos empobreciendo la calidad del servicio a la Niñez? ¿Y la calidad de
vida de las propias trabajadoras y trabajadores? Estamos cansadas de que se nos
adeuden porcentajes sobre acuerdos salariales de años anteriores, estamos
cansados y cansadas de asumir responsabilidades enormes por la magra suma de
$ 130 por hora”, plantean les trabajadores de Niñez.
“Hablamos de profesionales matriculados, de ciudadanas
y ciudadanos con formación y estudios, o no, que se inscribieron en el
Escalafón 522, el cual designa el personal permanente de instituciones como
hogares y residencias y sin embargo todas y todos precarizados hace años. O
esos puestos son ocupados por la dedocracia, como kioskos de funcionarios que
ven en lo púbico una posibilidad de negocio privado. ¿Cómo se llama?
¿Corrupción? Estamos cansadas y cansados de tener que esperar, de ser
irreverentes sólo por pedir lo justo, que es cobrar acorde a la función
esencial que realizamos, tener un salario básico, que se reconozcan las
antigüedades en los puestos y se formalicen los pases a planta. Queremos lo
justo”, dicen quienes desde ATE Rosario vienen sosteniendo una larga lucha por
su reconocimiento.
Les trabajadores de Niñez realizarán un nuevo
plenario, este martes 17 de noviembre, donde plantearán y debatirán las
acciones a seguir.
ATE Rosario