26 de noviembre de 2020
#25N: Asambleas de mujeres y disidencias en barrios de Rosario
Con el Covid 19 la situación ya de por si acuciante se puso peor. Más desempleo, más hambre, profundización de las violencias.
En el marco del Día Internacional de Lucha contra la
Violencia hacia las Mujeres y disidencias, ATE Rosario y la CTA Autónoma
realizaron asambleas con las compañeras en dos barrios en los que se viene
articulando. Compartimos las voces de quienes le ponen el cuerpo y el espíritu
a sostener los espacios de organización, contención y también de cuidado en
plena pandemia.
La ronda se fue armando bajo el puente y había
entusiasmo por volver a encontrarse. En Pellegrini y Colombia, Barrio Belgrano,
se reunieron mujeres, disidencias, niñes, para intercambiar palabras y
experiencias. Hubo también un espacio para el apoyo a la familia de Paula
Perassi, joven sanlorencina cuya desaparición y muerte permanecen impunes.
“Hoy estamos
acá con las compañeras del barrio Belgrano para luchar contra la violencia
hacia las mujeres, nos matan, no nos valoran, nos discriminan. Nosotras somos
fundamentales como madres, como trabajadoras, nosotras queremos igualdad porque
tenemos derechos”, contó María de los Ángeles Medina del comedor y merendero
‘Pancitas llenas, corazones contentos’ de Bella Vista. El espacio asiste
alrededor de 70 familias y 150 niñes con alimentos y organiza a las compañeras.
Débora Martínez, referenta de El Hormiguero de
Belgrano relató que casi todos los días reciben hechos de violencia de género y
denuncias. “Me encuentro con situaciones feas, de agresiones verbales, de
golpes, y que se matan. Todos los días recibimos casos o llamadas”, relató.
Liliana Leyes, Secretaria de Organización de ATE Rosario
y del espacio de Territorios de la Central de Trabajadorxs de la Argentina
Autónoma Regional Rosario, contó que “El Hormiguero es parte del Colectivo por
los Derechos de las Infancias, que es una red de Latinoamérica de la cuál en
Argentina somos 11 provincias que la integramos y nosotras representamos a
Santa Fe. Este año de pandemia fue un año de un intenso trabajo, donde las y
los compañeros participaron de encuestas y avanzamos sobre la situación del
narcotráfico y la violencia que ello conlleva”.
Con una ‘polenta’ impresionante Delfina, de 12 años,
muestra una claridad y convicción destacables. Es parte del grupo de infancias
y afirmó que empezó a participar “cuando escuché que iban a ayudar a la gente
quería participar para que más chicos y mujeres entiendan lo que es la
violencia. Hoy en día se ve mucho la violencia en el hogar, porque si sos mujer
tenés que hacer las tareas de la casa, si sos mujer tengo que lavar la ropa, y
tiene que ser dividido todo. Ojalá se puedan cambiar las cosas”.
“Lo que más me llamó la atención fue que había muchos
chicos y varones que querían entender más sobre violencia de género, de los
derechos de las mujeres, de los niños. Y que todos los niños se merecen tener
un hogar, la comida en la mesa, una familia que lo quiera, e ir a la escuela”,
expresó la niña.
Pandemia
de hambre
Con la llegada del Covid 19 la situación ya de por si
acuciante en las barriadas populares se puso peor. Más desempleo, más hambre,
profundización de las violencias, como parte del escenario.
“A partir de la pandemia cocino en el comedor de Bella
Vista, porque hay mucha necesidad, hambre y el gobierno mucho no hace, entonces
ayudamos con mercadería con entrega de caja de las cosas que consumimos. Se
generó una peor situación, antes ya no había trabajo y si bien ahora abrieron
actividades laborales, hay gente que no tiene trabajo directamente, lo que se
ve es hambre, siendo que hay personas que ayudan como yo que cocino, además
cerraron muchos lugares y la gente no sabe para dónde ir. Está muy difícil
todo” ”, detalló Medina.
La necesidad de comida, vestimenta, trabajo y
perspectivas de futuro se replican en los lugares más humildes. Y parece que
presencia asistencial del Estado nunca llega. “El Estado nunca vino diciendo
‘qué necesidades tienen, qué necesitan’. El barrio se inunda, las casas se
llenan de agua, no tenemos desagüe, cloacas, nos arreglamos como podemos”,
denunció.
Mónica Rojas, de Mujeres Sin Frenos de Barrio El
Triángulo apuntó que las mujeres cocinan 400 raciones de comida. Con el rebrote
pandémico, si bien no hay comedor sí realizan entregas de bolsones. Y, todas
las semanas, conversan sobre diversas cuestiones: “son charlas de risas, otras
de llanto, rondas de mates tratando de superar todo. Cada una de nosotras
fuimos cambiando, salieron de sus hogares, de sus tareas del hogar, nos estamos
llevando muy bien”, afirmó entusiasmada.
“La mayoría de
las compañeras sufren violencia de género, en pandemia muchas se separaron, a
una compañera el marido le exige que este con él a cambio del dinero para los
chicos y se olvida que en el medio hay criaturas”, relató y consideró que el
encuentro de este martes “es importante por lo que está pasando, por las
muertes que se están produciendo, por nosotras mismas, porque no queremos que
nos maltraten o no estén matando y por el fin de la violencia hacia nosotras”.
“Es importante juntarse el 25 de noviembre porque es
un llamado importante para nosotras las mujeres para que no suframos ningún
tipo de violencia. El gobierno tiene que apretar las clavijas para que la violencia
hacia las mujeres deje de suceder, no solo en la argentina sino en todo el
mundo”, concluyó Débora.
ATE Rosario