25 de febrero de 2015
Incendios forestales: ATE denuncia precarización de brigadistas, desidia patronal y negocios inmobiliarios
Mientras la situación se torna cada vez más dramática en la zona cordillerana de Chubut, el Consejo Directivo Nacional de ATE elaboró un comunicado con las firmas de Julio Fuentes y Hugo Godoy. En el mismo se repudia la desidia y negligencia por parte de las autoridades, y denuncia la precarización laboral y el intento de desmantelamiento del sector.
A
continuación reproducimos el comunicado completo:
En nombre y representación del Consejo Directivo Nacional de la Asociación
Trabajadores del Estado- ATE nos dirigimos a Uds. para rechazar el
desmanejo, la desidia y la falta de gestión demostrada hasta ahora, tanto de
las autoridades nacionales como provinciales, respecto del desastre ocasionado
por el fuego en la provincia de Chubut. A su vez, queremos reconocer el
esfuerzo inquebrantable de los compañeros brigadistas, quienes en escaso número
y con pocos recursos combaten contra el fuego.
La generalizada sensación de
intencionalidad detrás de los incendios -basado en declaraciones de pobladores
cercanos a donde se originaron los mismos- pone sobre el tapete la discusión
sobre las motivaciones que existirían detrás de estos siniestros. En este
sentido, manifestamos nuestra preocupación respecto a la grave posibilidad de
que dicha intención esté vinculada a intereses inmobiliarios.
Por otro parte, mientras el Gobierno
Nacional se queda con el 70% de todo lo que recauda en el país, solo aporta 32
brigadistas -según el propio Jorge Capitanich- para la lucha contra los
incendios que actualmente afectan a la provincia de Chubut que, por cierto, son
los peores en los últimos 100 años. Sin embargo, no es que se estén escatimando
brigadistas sino que esa es casi la totalidad de la “brigada nacional” creada
por una ley de la ex Secretaria de Medio Ambiente de la Nación, María Julia
Alsogaray. Y, como si esto fuera poco, el Sr. Jorge Barrionuevo, coordinador
del Servicio Nacional de Manejo del Fuego, amenazó con despedir a ocho
brigadistas por el simple hecho de reclamar un derecho básico para cualquier
trabajador: el pase a planta permanente y estabilidad laboral. Esto sumado a
que se tardó una semana en destinar aviones “hidrantes”, los mismos en realidad
eran fumigadores adaptados y con baja capacidad para almacenar agua que, a esta
altura de los acontecimientos, casi no pueden actuar por la escasa visibilidad.
Por todo esto, para nuestra organización existe una clara maniobra de
desmantelamiento de la escasa estructura
existente.
Por otro lado, debemos señalar las
falencias estructurales que tiene nuestro país para la prevención y combate de
incendios forestales:
-
Poco personal destinado a la tarea además de precarizado.
-
La carencia de verdaderos aviones hidrantes en el territorio nacional.
-
El desfinanciamiento de la Ley de Bosques.
- La falta de planes y obras
permanentes coordinadas entre todos los
niveles del Estado, de un programa general de protección, prevención, control,
combate de incendios y recuperación de áreas afectadas.
Tal como expresan muchos compañeros
brigadistas de la región Patagónica, donde la temporada seca es el verano, los
incendios se apagan en invierno con prevención, educación y obras adecuadas.
Cuando esto no se realiza y no hay políticas de ataque rápido, ya es tarde.
Nuestros brigadistas ponen todo de sí a lo largo y ancho del territorio, pero
no pueden suplir la falta de políticas adecuadas.
Nuestros Bosques son productores de
aire, reguladores ambientales y también un recurso natural. El avance de la
población humana necesariamente los afecta, por eso el Estado debe intervenir y
regular, aunque en muchas ocasiones los afecta la voracidad del Capital con
mucha más gravedad.
Esta misma precariedad de las
políticas de intervención se replica en la situación de los combatientes de
incendios, los trabajadores, tanto de la
Patagonia como a lo largo y ancho del país con: bajos salarios, inestabilidad
laboral, falta de una carrera especifica y de un régimen jubilatorio
diferenciado, falta de equipamiento adecuado
en tiempo y forma, insumos, falta
de reconocimiento a su tarea, etc.
Por todo esto, necesitamos la construcción de una verdadera política de
Estado que destine los recursos y defina las acciones necesarias para la
preservación y recuperación de nuestros bosques nativos.
POR EL
CONSEJO DIRECTIVO NACIONAL DE LA
ASOCIACION
TRABAJADORES DEL ESTADO
PRENSA ATE